Aunque en muchas culturas tomar una siesta a mitad de la jornada laboral es sinónimo de improductividad, son varios los estudios y expertos que señalan que, en realidad, puede ser todo lo contrario: unos cuantos minutos de sueño después del almuerzo pueden aumentar el desempeño del trabajador e impactar directamente en su estado de ánimo.

Una investigación publicada en la revista científica ‘Nature Neuroscience’ arrojó que las siestas pueden tener los mismos beneficios que cuando se descansa toda la noche y se alcanza un sueño reparador. A esta respuesta llegaron después de poner a prueba a los participantes cuatro veces a lo largo del día.

Una investigación publicada en la revista científica ‘Nature Neuroscience’ arrojó que las siestas pueden tener los mismos beneficios que cuando se descansa toda la noche y se alcanza un sueño reparador. A esta respuesta llegaron después de poner a prueba a los participantes cuatro veces a lo largo del día.

“Los sujetos que tomaron una siesta de treinta minutos entre cada prueba evitaron el deterioro en el desempeño y aquellos que tomaron una siesta de una hora incluso lo revirtieron”, explicó ‘The New York Times’.

Sara Mednick, coautora del estudio y profesora asociada de Psicología en la Universidad de California, Riverside, señaló que aunque las ventajas de las siestas dependen, en gran medida, del tiempo de duración. Unos cuantos minutos pueden aumentar la productividad, ayudar a la memoria e incrementar la concentración.

Los beneficios de tomar la siesta después del almuerzo, según expertos

Mednick afirma que dormir de 20 a 60 minutos contribuye a la memorización y el aprendizaje de fragmentos pequeños de información. Solo con una hora, las personas pueden entrar en la fase de sueño MOR, característico del sueño nocturno.

En la etapa MOR la actividad cerebral es rápida y de baja amplitud, por lo que se parece más a la que presentamos en vigilia, de acuerdo con el Instituto del Sueño (IDS). Se caracteriza por la pérdida del tono muscular y la aparición de movimientos oculares rápidos.

Para la experta, el sueño MOR, que aparece transcurridos los 60 minutos, aumenta la creatividad, el procesamiento perceptual y el pensamiento altamente asociativo, el cual nos permite conectar ideas diferentes.

“Una siesta de 15 a 90 minutos puede mejorar su estado de ánimo, restaurar su concentración, mejorar su creatividad y aumentar su energía. Es una solución bastante simple para las personas. Si te sientes lento durante el día, deberías intentarlo”, detalla Mednick, según ‘The Guardian’.

Thomas Freedom, director del programa de Medicina del Sueño en NorthShore University HealthSystem en Glenview, Illinois, recomienda tomar siestas de 60 minutos a aquellas personas que tienen dificultades para recordar información. Eso sí, tendrán que esperar a que desaparezca el aturdimiento propio del sueño, que dura unos 30 minutos más.

Tanto para la psicóloga como para Freedom, con 90 minutos de siesta los individuos cumplen el ciclo de sueño completo, desde la etapa I a la REM o MOR (por sus siglas en español).

Si el objetivo es recargarse de energía para continuar con las labores, aumentar el estado de alerta e incrementar la concentración al mediodía, basta con tomarse de 10 a 20 minutos de siesta. Esto es a lo que se le llama una “siesta energética”.

Si el descanso excede los 30 minutos, explica Freedom, el individuo puede presentar aturdimiento, lo que puede durar hasta 30 minutos después de despertarse.

“Cualquier siesta puede ayudarnos con el estado de alerta y la percepción, así como a acabar con el letargo que va aumentando a lo largo del día”, reseña el diario estadounidense citado anteriormente.

¡Tome nota! Tips para tomar la siesta

Como si de practicar un deporte se tratase, tomar la siesta requiere entrenamiento. Guy Meadows, especialista en fisiología del sueño y cofundador de The Sleep School, aconseja practicar todos los días a la misma hora y siempre de la mano de una alarma para no pasar de largo.

“Tu cuerpo incorporará el hábito de asociar esa actividad a un tiempo específico”, detalló el especialista para ‘BBC’.

Con el objetivo de garantizar una siesta cómoda, es importante buscar un lugar confortable como, por ejemplo, un sillón o un sofá. En todo caso, se aconseja oscurecer la habitación y, de ser posible, usar una mascarilla para cubrirse los ojos.

En esa línea, desconectarse de los dispositivos electrónicos cinco minutos antes de tratar de conciliar el sueño también puede resultar efectivo, así como respirar con calma y beber un poco de agua.