Si alguna vez ha tenido la sensación o ha estado consciente de que está soñando, es probable que esté afrontando un sueño lúcido. Normalmente, no se sabe la diferencia de la realidad, mientras se está dormido, pero en este sopor sí que se distingue.

Volar, caminar sobre el agua, traspasar muros o hablar con los animales, entre otras cosas irreales, son muy fáciles de identificar cuando se sabe que tal vez el escenario y lo que ocurre, no se parece en nada a lo cotidiano.

Esta habilidad es una ventaja para los soñadores, “ya que pueden controlar e imaginar cualquier cosa que deseen, mientras están dormidos”, según la ‘BBC’.

No obstante, parece que no le ocurre a muchos y tampoco de manera recurrente, pues un estudio en Alemania de las Universidades Goethe y Bonn certificó que al menos el 60 % de la población sueña de forma lúcida una vez en su vida.

En ese sentido, la recomendación de los especialistas es aprovechar el momento y vivir la experiencia de planear el sueño a su antojo, así que preguntar la hora dentro de este, podría finalizar la experiencia.

Por qué se dice que no se debe preguntar

Algunas teorías insinúan que esta creencia se basa en el postulado de que los sueños son un reflejo del subconsciente, y por ello, preguntar la hora podría perturbar el flujo natural del estado onírico.

Esto se debe a que verificar los datos del tiempo requiere el uso de su pensamiento y razonamiento lógicos, situación que puede sacarlo del estado de ensoñación y regresarlo a la vigilia, de acuerdo con el psicoanalista y miembro de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, Carlos Gómez Restrepo.

“Al preguntar la hora en un sueño, estamos tratando de introducir un elemento de control y lógica en un espacio que no sigue las mismas reglas que nuestra realidad cotidiana. Este acto puede interrumpir la narrativa y el flujo natural del sueño, ya que son manifestaciones de nuestros deseos, temores y emociones más profundas” , dijo el especialista en entrevista con ‘El País’.

Por otro lado, concentrarse demasiado en ello podría distraerlo de explorar y disfrutar el mundo de ‘imaginativo’ que está creando. Los sueños lúcidos son una oportunidad para experimentar cosas que pueden no ser posibles en la vigilia.

Según Ana María Torres, psicóloga y psicoterapeuta de la conciencia, lo mejor es concentrarse en explorar e interactuar con su contenido en lugar de quedar atrapado en detalles que no son relevantes para la narrativa del sueño.

“La recomendación de no realizar esta pregunta tiene que ver con la idea de mantenernos en sintonía con nuestro mundo interno y permitir que los mensajes simbólicos y emocionales se desplieguen libremente. Al tratar de racionalizar y controlar la experiencia onírica, corremos el riesgo de perder la riqueza de significados que los sueños pueden ofrecernos”, señaló Torres para el medio anteriormente citado.

En general, si bien es posible verificar la hora y la fecha en un sueño lúcido, generalmente no se recomienda, ya que puede interrumpir la experiencia del mismo y quitarle el disfrute y la exploración potencial a este espacio que su mente ha creado.