Investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, en Estados Unidos, realizaron uno de los primeros estudios para cuantificar la felicidad de las personas casadas, divorciadas y solteras al final de sus vidas. Esto para averiguar qué papel desempeñaron el amor y el matrimonio en su bienestar general.

Doce pasos para la felicidad

El estudio, publicado en la revista Journal of Positive Psychology, examinó las historias de relación de 7,532 personas de 18 a 60 años de edad, casadas y solteras, para determinar quiénes eran más felices al final de sus vidas.

La ONU revela los países más felices

“La gente a menudo piensa que necesita estar casada para ser feliz, así que hicimos las preguntas: ‘¿Necesita la gente estar en una relación para ser feliz? ¿Vivir soltero toda la vida se traduce en infelicidad? ¿Y si en algún momento te casaras pero no funcionara?’. Resulta que apostar a que tu felicidad viene por estar casado no es una jugada segura”, afirma William Chopik, uno de los autores del estudio.

Puerto Rico entre los países más felices del mundo... en el 2008

Los investigadores dividieron a los participantes en tres grupos: 79% estaban casados consistentemente, pasando la mayor parte de sus vidas en un solo matrimonio; 8% eran consistentemente solteros, o, personas que pasaron la mayor parte de sus vidas sin estar casados, y 13% tenían historias variadas de entrar y salir de relaciones, divorcio, volverse a casar o enviudar.

Los investigadores pidieron a los participantes que calificaran la felicidad general cuando fueran adultos mayores y la compararan con el grupo en el que se encontraban. “Nos sorprendió encontrar que los solteros de toda la vida y los que tenían historias de relaciones variadas no diferían en cuanto a lo felices que eran. Esto sugiere que aquellos que ‘han amado y perdido’ son tan felices hacia el final de la vida como aquellos que ‘nunca han amado en absoluto”, detalla otra de las responsables del trabajo, Mariah Purol.

Mientras que las personas casadas mostraron un ligero aumento de la felicidad, Purol argumenta que el margen no era sustancial, ni lo que muchos pueden esperar. Si el grupo de casados consistentes respondió con un 4 de 5 sobre lo felices que eran, los solteros consistentes respondieron con 3.82 y los de historia variada respondieron con 3.7.

“Cuando se trata de la felicidad, el hecho de que alguien esté o no en una relación es raramente la historia completa. Las personas pueden estar ciertamente en relaciones infelices, y las personas solteras obtienen placer de todo tipo de otras partes de sus vidas, como sus amistades, pasatiempos y trabajo. En retrospectiva, si el objetivo es encontrar la felicidad, parece un poco tonto que la gente ponga tanto empeño en ser pareja”, reflexionan.

Si alguien anhela una pareja de por vida para formar una familia y construir una vida feliz juntos, la investigación de Chopik y Purol sugiere que si ese individuo no es completamente feliz para empezar, casarse no cambiará dramáticamente todo.

“Parece que puede ser menos sobre el matrimonio y más sobre la mentalidad. Si puedes encontrar la felicidad y la satisfacción como persona soltera, es probable que te aferres a esa felicidad. Ya sea que tengas un anillo en el dedo o no”, concluye Purol.