WASHINGTON. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) anunció el lunes que prohibirá los nuevos drones fabricados en el extranjero, una medida que mantendrá fuera del mercado estadounidense a drones de fabricación china, como los de DJI y Autel.

El anuncio se produjo un año después de que el Congreso aprobara un proyecto de ley de defensa que planteó preocupaciones de seguridad nacional sobre los drones fabricados en China, que se han convertido en un actor dominante en Estados Unidos, ampliamente utilizados en agricultura, cartografía, aplicación de la ley y cine.

El proyecto de ley exigía que se impidiera a las dos empresas chinas vender nuevos drones en Estados Unidos si una revisión determinaba que representaban un riesgo para la seguridad nacional estadounidense. La fecha límite para la revisión era el 23 de diciembre.

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La FCC declaró el lunes que la revisión concluyó que todos los drones y componentes críticos producidos en países extranjeros, no solo por las dos empresas chinas, representaban “riesgos inaceptables para la seguridad nacional de Estados Unidos y para la seguridad de los ciudadanos estadounidenses”. Sin embargo, indicó que ciertos drones o componentes estarían exentos si el Pentágono o el Departamento de Seguridad Nacional determinaban que no representaban tales riesgos.

La FCC citó los próximos eventos importantes, como el Mundial de 2026, las celebraciones de la America250 y los Juegos Olímpicos de Verano de 2028 en Los Ángeles, como razones para abordar las posibles amenazas de los drones planteadas por “criminales, actores extranjeros hostiles y terroristas”.

Michael Robbins, presidente y director ejecutivo de AUVSI, la Asociación Internacional de Sistemas de Vehículos No Tripulados, declaró en un comunicado que el grupo industrial celebra la decisión. Añadió que es hora de que Estados Unidos no solo reduzca su dependencia de China, sino que también construya sus propios drones.

“La historia reciente subraya por qué Estados Unidos debe aumentar la producción nacional de drones y asegurar sus cadenas de suministro”, declaró Robbins, citando la disposición de Pekín a restringir suministros críticos como los imanes de tierras raras para servir a sus intereses estratégicos.

DJI expresó su decepción por la decisión de la FCC. “Si bien DJI no fue señalado, no se ha publicado información sobre qué información utilizó el Poder Ejecutivo para llegar a su determinación”, declaró la compañía en un comunicado.

“Las preocupaciones sobre la seguridad de los datos de DJI no se han fundamentado en pruebas y, en cambio, reflejan proteccionismo, contrario a los principios de un mercado abierto”, declaró la compañía.

En Texas, Gene Robinson cuenta con una flota de nueve drones DJI que utiliza para entrenamiento policial y análisis forense. Afirmó que las nuevas restricciones lo perjudicarían a él y a muchos otros que han llegado a depender de los drones chinos debido a su versatilidad, alto rendimiento y precios asequibles.

Sin embargo, afirmó comprender la decisión y lamentó que Estados Unidos haya subcontratado la fabricación a China. “Ahora estamos pagando el precio”, declaró Robinson. “Para volver a la independencia que teníamos, habrá que afrontar dificultades. Tenemos que asumirlo y evitar que vuelva a suceder”.

También en Texas, Arthur Erickson, director ejecutivo y cofundador de la empresa fabricante de drones Hylio, afirmó que la salida de DJI brindaría un espacio de crecimiento muy necesario para que empresas estadounidenses como la suya crezcan. Nuevas inversiones están llegando para ayudarle a aumentar la producción de drones de fumigación, que los agricultores utilizan para fertilizar sus campos, y esto reducirá los precios, afirmó Erickson.

Sin embargo, también calificó de “loco” e “inesperado” que la FCC amplíe el alcance a todos los drones y componentes de drones fabricados en el extranjero. “La forma en que está redactado es una declaración general”, dijo Erickson. “Existe una cadena de suministro global aliada. Espero que lo aclaren”.