MIAMI.-  Un grupo de trabajadores agrícolas de Florida siente que su lucha por conseguir mejoras en las condiciones laborales ha dado sus frutos... y va por más.

Los agricultores de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, en su gran mayoría inmigrantes hispanos que recogen tomates en la región central del estado, prevén celebrar los avances logrados y al mismo tiempo demandar a varias corporaciones que se unan a su Programa por Comida Justa.

El programa apunta a terminar con la explotación y el abuso de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos. Es un acuerdo entre los trabajadores, los propietarios de fincas de tomate de Florida y las corporaciones que compran los productos.

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A diferencia de otros inmigrantes que pugnan por obtener un estatus migratorio legal, estos trabajadores prefieren concentrarse en los reclamos laborales y no hablar siquiera de su situación migratoria. En algunos casos se trata de personas que llegan con visas temporales de empleo, pero también hay trabajadores del sector que se encuentran en el país sin un permiso legal.

"Lo que queremos es celebrar los derechos que ya tenemos, despertar la conciencia y que el programa sea adoptado por otras organizaciones", manifestó a The Associated Press Nelly Rodríguez, una trabajadora agrícola de 50 años, miembro de la coalición.

La mexicana agregó que "mientras haya corporaciones que no tomen responsabilidad no vamos a parar".

Los agricultores prevén levantar públicamente su voz en un concierto y marcha que realizarán el 21 de marzo en la ciudad de San Petesburgo, en la región centro de la costa oeste de la península de Florida. Allí planean reunir a trabajadores agrícolas que llegarán desde diferentes puntos del estado para reclamarle a los restaurantes de comidas rápidas Wendy's y la cadena de supermercados Publix que se unan a su programa, al tiempo que celebrarán que otras 13 ya lo han hecho, entre ellas Wall Mart, Whole Foods, Taco Bell, Burguer King y McDonald's.

Parte del evento será un concierto en el que participarán Ozamatli y La Santa Cecilia, entre otros artistas.

Al participar, las empresas se comprometen a requerir estándares laborales más justos a sus proveedores, compran tomate exclusivamente a los productores que cumplen con esos estándares y pagan un centavo más por cada libra (450 gramos), que será pagado a los trabajadores por sus empleadores.

Pero Publix aseguró que no pagará de manera directa el trabajo que hacen los empleados de otras empresas.

"Es responsabilidad de todos nuestros proveedores, entre ellos los de tomate y otros productos de la Florida, manejar su propia fuerza laboral, incluyendo el pago de salarios y el suministro de condiciones laborales que cumplan con las leyes federales y estatales", aseguró la cadena de supermercados.

En el mismo sentido se manifestó Wendy's. "No creemos que sea apropiado que nosotros compensemos a individuos que trabajan para otra empresa. Eso le corresponde a sus empleadores, no a nosotros", dijo a AP Bob Bertini, portavoz de los restaurantes. Aclaró además que cuando usan tomates de Florida, sus proveedores estatales han firmado y cumplido las leyes.

Los trabajadores están complacidos de haber logrado "avances históricos" en los campos de Florida, donde aseguran que el acoso sexual y el robo de salarios están desapareciendo. Pero quieren llevar su campaña a otras corporaciones locales y extenderla a otros vegetales y frutos y a otros estados.

"Lo que más quiero es que se haga justicia, sin importar la situación migratoria. Queremos ser tratados todos como seres humanos, sin importar del país que provengamos", expresó Lupe Gonzalo. "De qué sirve un papel que diga que estás legal si no respetan tus derechos humanos", agregó la guatemalteca, quien prevé unirse a la marcha.