Una densa capa de contaminación ha puesto en jaque la salud de la región fronteriza de Arizona. Desde la madrugada del 23 de diciembre de 2025, las autoridades ambientales emitieron una alerta crítica tras detectar niveles de polución atmosférica que alcanzan la categoría de muy insalubre en la zona de Nogales.

La situación, confirmada por la Agencia de Protección Ambiental y el sistema AirNow, ha llevado a las agencias oficiales a pedir a la población que evite cualquier actividad al aire libre.

El fenómeno se centra en la alta concentración de partículas PM2.5, elementos microscópicos que, según la EPA, tienen la capacidad de alojarse profundamente en los pulmones e incluso entrar al torrente sanguíneo. Estas partículas pueden originarse por diversas fuentes, como el polvo de caminos sin pavimentar, las emisiones de vehículos, la actividad industrial y la quema de leña, frecuente en esta época del año.

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Un riesgo que supera a los grupos sensibles

La gravedad de la situación actual radica en que el Índice de Calidad del Aire (AQI) superó los 200 puntos. Bajo esta medición, la escala federal entra en el rango púrpura, lo que significa que el riesgo no se limita solo a personas con condiciones preexistentes, sino que afecta a la población en general.

El organismo federal advierte que “cuando se expone a estos niveles, las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, así como adultos mayores, pueden enfrentar riesgos graves de hospitalización e incluso muerte”, de acuerdo con la información oficial publicada por AirNow. El organismo también precisó que incluso los ciudadanos sanos podrían experimentar malestares temporales debido a la densidad de los contaminantes.

¿Por qué el aire se volvió peligroso en Arizona?

La geografía y el clima invernal juegan un papel determinante en esta crisis ambiental. La región de la frontera entre Arizona y Sonora suele enfrentar episodios de mala calidad del aire debido a la falta de lluvias y vientos irregulares.

Durante el invierno, ocurre un fenómeno conocido como inversión térmica, que actúa como una tapa sobre la región, impidiendo que los contaminantes se dispersen y manteniéndolos cerca del suelo, donde las personas los respiran.

El Departamento de Calidad Ambiental de Arizona (ADEQ) mantiene una vigilancia permanente, ya que las condiciones pueden cambiar rápidamente si se presentan ráfagas de viento o precipitaciones que ayuden a limpiar la atmósfera.

Medidas de protección inmediata

Ante la emergencia, las instituciones de salud y educación han comenzado a ajustar sus protocolos. Se ha recomendado a las escuelas suspender actividades en exteriores y a las empresas reducir la exposición de sus trabajadores al aire libre.

Para los residentes de las zonas afectadas, las recomendaciones de la EPA y el ADEQ incluyen:

  • Reducir o suspender por completo el ejercicio y las actividades físicas en exteriores.
  • Mantenerse dentro de espacios cerrados con puertas y ventanas debidamente selladas.
  • Monitorear la aparición de síntomas como presión en el pecho, dificultad para respirar o irritación de garganta.
  • Consultar las actualizaciones en tiempo real a través del portal oficial airnow.gov.
  • Priorizar la vigilancia y el cuidado de niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.

La alerta se extiende también a las localidades vecinas en el norte de Sonora, México, donde el monitoreo satelital ha identificado sectores con niveles de contaminación clasificados incluso como peligrosos.

La recomendación de las autoridades sanitarias es buscar atención médica inmediata en caso de presentar tos persistente o dolor torácico derivado de la exposición ambiental.