San Francisco. - Zully Broussard creyó que ayudaría a una persona al donar un riñón, pero en lugar de eso, terminó ayudando a seis. La donación de la mujer de Sacramento a un hombre de Benicia detonó un intercambio de órganos que ayudó a que otros cinco enfermos recibieran nuevos riñones en un hospital de San Francisco.

Tres trasplantes fueron programados para el jueves y los tres restantes para el viernes.

"Creí que iba a ayudar a una sola persona que no conozco, pero el hecho de que mucha gente pueda prolongar su vida es algo estupendo", declaró.

Broussard dijo que su hijo murió de cáncer hace 13 años y que su marido falleció hace 14 meses, también de cáncer.

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"Sé lo que significa querer vivir un día más", comentó cuando se le preguntó por qué había ofrecido donar un riñón a un desconocido.

La donación masiva de riñones es algo relativamente nuevo pero cada vez es más común.

Con un total de una decena de pacientes y donantes, las cirugías de esta semana en el Centro Médico California Pacific representan la mayor cadena de donación de riñones en los 44 años de historia de su centro de trasplantes, de acuerdo con el vocero del hospital, Dean Fryer. Los pacientes tienen entre 24 y 70 años, y la mayoría de ellos son del área de la Bahía de San Francisco.

Las cadenas de trasplantes son una opción cuando los donantes son incompatibles con sus familiares o amigos que requieren un riñón.

En este caso, seis personas donan sus riñones a desconocidos que encuentran a través de un programa informático de compatibilidad desarrollado por David Jacobs, un receptor de riñón de 59 años cuyo hermano falleció de insuficiencia renal. Su programa algorítmico detecta una potencial compatibilidad usando el perfil genético de las personas.

Jacobs, de San Francisco, dijo que comprende de primera mano la desesperación de esperar a que surja un donante fallecido.