Él necesitaba un riñón. Ella le dio uno, pero también su corazón…

Según Usatoday.com, Ashley Mclntyre y Danny Robinson, de Louisville, Kentucky, se comprometieron en Navidad, menos de un año después de que Mclntyre escuchara por una estación de radio que Robinson era un paciente de diálisis, de 25 años de edad. Al conocer su historia, la mujer decidió donarle a ese extraño uno de sus riñones.

“Esto fue un torbellino… Es una locura cómo sucedió. Todo fue planeado por Dios”, dijo la mujer.

La historia de amor de Ashley y Danny ha sorprendido a muchos como a los expertos en transplante de la Universidad de Kentucky. Una de las razones es que solo uno por ciento de las donaciones de riñón de donantes vivos son para personas extrañas al paciente, según Todd Maynard, coordinador de UK Transplant.

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“Yo sé que ser un donante vivo de órganos no es posible para muchas personas. Pero esto es algo en lo que se puede pensar e inclusive, si no es una opción, las personas pueden colocar en sus licencias que donarán después de la muerte”, dijo McIntyre.

Lo que no sabía la joven era que su regalo cambiaría su vida.

Robinson fue diagnosticado a los 16 años de edad con IgA nefropatía, un trastorno renal en el cual los anticuerpos llamados IgA se acumulan en el tejido del riñón. “Yo estaba en diálisis tres días a la semana, por cuatro horas al día”, dijo Robinson, un electricista. Familiares se ofrecieron a donarle el órgano pero ninguno era compatible con él. Por eso, el hombre espero dos años en la lista de transplante.

Al conocer su historia, McIntyre pensaba que lo que le ocurría era devastador no solo porque era muy joven sino porque también había perdido a su papá por el cáncer.

Así que luego de informarse y realizarse los exámenes pertinentes, la compatibilidad afloró. Al respecto, Maynard dijo que “eran compatible pero no una compatibilidad perfecta… una compatibilidad perfecta es muy rara”.  Pero sí hubo una perfecta compatibilidad en sus personalidades, aunque la publicación aclara que entonces no se habían conocido, ya que McIntyre no quería conocerlo hasta que ella estuviera segura de la compatibilidad, por miedo a decepcionarlo a él o su familia. Finalmente, llegó el día y se conocieron, junto a sus parientes, en un restaurante.

“Todos hicimos click de inmediato”, dijo la joven de 26 años. “Ellos me dijeron que siempre sería parte de su familia”, agregó y dijo que Robinson era una persona realmente agradable y un buen chico. Mientras que él dijo que supo entonces que ella era buena y generosa.

Y lo demás pues es historia. Las conversaciones por teléfono o por texto comenzaron a estar presentes entre ambos durante el siguiente mes. Le siguieron a la relación comentarios jocosos de amistades que decían que ellos debían comenzar a salir, pero ambos estaban preocupados de que ello complicara las cosas si el transplante no funcionaba.

El 17 de abril, a las 5:00 de la mañana, ambos llegaron al hospital para el procedimiento… Todo salió bien.  Él le escribió: “Las palabras no pueden expresar cuánto tú has hecho por mí”.

Al salir del hospital, ambos se mantuvieron en contacto y comenzó una relación romántica… y ahora ella está embarazada y comprometida.