LAS VEGAS. Desde su fastuosa apertura en 1957 en un bulevar de Las Vegas rodeado de desierto, hasta sus años de letargo en medio del auge de los megaresorts, el Tropicana Las Vegas ha sido un punto de referencia familiar que ha albergado coloridos eventos en una ciudad conocida por su constante reinvención.

Ahora, el tercer casino más antiguo del Strip cerrará sus puertas definitivamente el martes al mediodía, y su demolición está prevista para octubre, con el fin de hacer sitio a un estadio de béisbol de las Grandes Ligas, de 1,500 millones de dólares para los Oakland Athletics, que se trasladan a Las Vegas, como parte del último cambio de imagen de Las Vegas como centro de entretenimiento deportivo.

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Estos son algunos momentos clave de la vibrante historia del Tropicana.

EL “TIFFANY DEL STRIP” DEBUTA

Antes de su inauguración el 4 de abril de 1957, un cartel erigido en el lugar de construcción del Tropicana, en un polvoriento Boulevard de Las Vegas, anunciaba la llegada de un “oasis en el desierto”.

Cuando por fin llegó el Tropicana, era el casino más caro y lujoso del Strip. Según la prensa local de la época, más de 12,500 personas asistieron a la gran inauguración.

Apodado el “Tiffany del Strip” por su opulencia, la construcción del Tropicana costó 15 millones de dólares. Tenía tres plantas y 300 habitaciones divididas en dos alas, creando una huella en forma de letra “Y”.

Cada habitación tenía un balcón. Entre las dos alas del complejo había una piscina en forma de media luna rodeada de exuberantes jardines y altísimas palmeras.

Una fuente de tulipanes de 18 metros recibía a los huéspedes a su llegada. En la entrada del casino había banderas de distintos países. Había mosaicos y paredes con paneles de caoba por todas partes.

Más tarde, el Tropicana sufrió dos grandes ampliaciones hoteleras: En 1979 se inauguró la Torre Tiffany, con 600 habitaciones. Se rebautizó como Paradise Tower. En 1986 se inauguró la Island Tower, con 800 habitaciones.

La mafia

Tras bastidores de la apertura del casino, el Tropicana tenía vínculos con la mafia, en gran parte a través del famoso mafioso Frank Costello, según el historiador de la ciudad del pecado Michael Green, que también forma parte del consejo del Museo de la Mafia en el centro de Las Vegas.

Semanas después del estreno del Tropicana, Costello recibió un disparo en la cabeza en Nueva York. Sobrevivió, pero la policía encontró en el bolsillo de su abrigo un trozo de papel con la cifra exacta de ganancias del Tropicana. En la nota también se mencionaba “el dinero que se iba a sacar” para los socios de Costello, según un artículo publicado en el sitio web del Museo de la Mafia sobre el pasado del Tropicana.

En la década de 1970, las autoridades federales que investigaban a los mafiosos de Kansas City acusaron a más de una docena de agentes de la mafia de conspirar para apropiarse de casi 2 millones de dólares en ingresos procedentes del juego de los casinos de Las Vegas, incluido el Tropicana. Sólo los cargos relacionados con el Tropicana se saldaron con cinco condenas.

LA CORISTA EMPLUMADA

En la Nochebuena de 1959, el Tropicana estrenó “Folies Bergere”, una revista de topless importada de París que presentaba lo que hoy es uno de los iconos más reconocibles de Las Vegas: la corista con plumas.

Durante sus casi 50 años de existencia, “Folies Bergere” contó con elaborados vestuarios y decorados, música original que llegó a ser interpretada por una orquesta en directo, bailarines, espectáculos de magia, acróbatas y comedia.

El cabaret apareció en la película de Elvis Presley de 1964 “Viva Las Vegas”. Los magos Siegfried Fischbacher y Roy Horn se iniciaron en el espectáculo, al igual que Lance Burton.

El telón final cayó en marzo de 2009, en plena Gran Recesión.

HISTORIA DE LAS VEGAS

El Tropicana es un lugar emblemático de Las Vegas no sólo por su ubicación, sino también por su historia. Durante mucho tiempo ha sido una referencia de la cultura pop en películas y programas de televisión, al tiempo que evocaba recuerdos de Las Vegas de antaño.

Una parte de “El Padrino” se rodó en el Tropicana y en la película de 1971 “Diamantes para siempre”, James Bond se aloja allí.

“He oído que el Hotel Tropicana es muy cómodo”, dice Bond en la película.

Fotografías en blanco y negro que todavía circulan por Internet recuerdan el apogeo del casino, donde se alojaron estrellas de la talla de Elizabeth Taylor, Debbie Reynolds y miembros del Rat Pack como Frank Sinatra y Sammy Davis Jr. Davis adquirió una participación del 8% en el casino y se convirtió en la primera persona de raza negra en poseer una participación en un gran hotel del Strip de Las Vegas.

Mel Tormé y Eddie Fisher actuaron en el Tropicana. Gladys Knight y Wayne Newton han residido allí.

En 1998, el casino se convirtió en el telón de fondo del temerario showman Robbie Knievel, que batió el récord de salto en moto, elevándose a 70 metros sobre una fila de 30 limusinas. Su temerario padre, Evel Knievel, acudió aquel día para desearle suerte a su hijo.

EL TIROTEO MASIVO DE LAS VEGAS

Cuando un hombre armado abrió fuego en un abarrotado festival de música country desde una suite de gran altura en el Mandalay Bay en octubre de 2017, el cercano Tropicana dio cobijo a miles de personas que huían de los disparos. “El Tropicana los acogió a todos. Les proporcionaron los primeros auxilios que necesitaban y un lugar seguro hasta que pasara el peligro”, dijo Tennille Pereira, directora del Centro de Resiliencia y Justicia -antes Centro de Resiliencia Vegas Strong-, creado tras el tiroteo para ayudar a los supervivientes y a las familias de las víctimas.

Durante una reciente visita de los medios de comunicación a las instalaciones del casino antes de su cierre programado, un agente de seguridad llevó a The Associated Press a la sala de conferencias “Trinidad” del Tropicana, una enorme sala enmoquetada de color rojo y naranja donde los asistentes al concierto recibieron ayuda y se refugiaron durante horas.

Sesenta personas murieron en el tiroteo, entre ellas dos que sobrevivieron en un primer momento, pero murieron más tarde por complicaciones derivadas de sus heridas de bala.

“El Tropicana encarnó el espíritu de Las Vegas aquella noche al intervenir y hacer todo lo que estaba en su mano, sin pensar en lo que eso significaría para ellos en aquel momento”, declaró Pereira.