Más de seis de cada 10 abortos en Estados Unidos el año pasado fueron realizados mediante fármacos, lo que representa un aumento del 53% respecto a lo registrado en 2020, de acuerdo con una nueva investigación.

El Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que apoya el derecho al aborto, señaló que se registraron alrededor de 642,700 abortos realizados con medicamentos en el primer año completo que transcurrió desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el fallo del caso de Roe vs. Wade.

Los abortos farmacológicos representaron el 63% de los procedimientos de interrupción del embarazo en el sistema de salud oficial.

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Los datos fueron publicados el martes, una semana antes de que el máximo tribunal estadounidense escuche los argumentos de un caso que podría afectar la manera en que las mujeres acceden a la mifepristona, un fármaco que suele utilizarse junto con otra píldora en los abortos farmacológicos.

La investigadora del Instituto Guttmacher, Rachel Jones, dijo que el aumento no fue una sorpresa.

“Por ejemplo, ahora es posible en algunos estados, por lo menos para los proveedores de atención médica, enviar la mifepristona a las casas de la gente”, comentó Jones, “de modo que eso ahorra a las pacientes los gastos de desplazamiento y les evita faltar al trabajo”.

Se indicó que la pandemia de COVID-19 y la anulación del fallo del caso Roe vs. Wade “realmente abrieron las puertas” para que los abortos farmacológicos se realicen a través de la telesalud.
Se indicó que la pandemia de COVID-19 y la anulación del fallo del caso Roe vs. Wade “realmente abrieron las puertas” para que los abortos farmacológicos se realicen a través de la telesalud. (Charlie Riedel)

Los datos del Instituto Guttmacher, que se recogen contactando a los proveedores de abortos, no toman en cuenta los abortos autogestionados con medicamentos que se llevan a cabo afuera del sistema sanitario ni los medicamentos abortivos enviados por correo a personas que residen en estados que prohíben el aborto.

La doctora Grace Ferguson, ginecobstetra y proveedora de abortos de Pittsburgh que no participó en la investigación, dijo que la pandemia de COVID-19 y la anulación del fallo del caso Roe vs. Wade “realmente abrieron las puertas” para que los abortos farmacológicos se realicen a través de la telesalud.

Ferguson señaló que “la telesalud era una forma realmente buena de hacer frente a ese aumento de volumen” en los estados en los que el aborto se mantuvo legal y en los que se registró un aumento de personas que viajaban desde estados más restrictivos.

Los datos del Instituto Guttmacher muestran que los abortos con medicamento han aumentado de forma constante desde que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó la mifepristona en 2000.

Este fármaco, que bloquea la hormona progesterona, también prepara al útero para responder al efecto contractivo de otro medicamento, el misoprostol. El tratamiento con dos fármacos se utiliza para interrumpir el embarazo hasta las 10 semanas de gestación.

El caso presentado ante la Corte Suprema podría suspender el acceso a la mifepristona enviada por correo e imponer otras restricciones, incluso en los estados donde el aborto sigue siendo legal.