WASHINGTON. Los dos sobrevivientes de un ataque militar de Estados Unidos contra una embarcación que se sospecha transportaba drogas en el Caribe serán enviados a Ecuador y Colombia, sus países de origen, confirmó el sábado el presidente Donald Trump.

El ejército rescató a las dos personas después de atacar una nave sumergible el jueves, en lo que fue al menos el sexto ataque de este tipo desde principios de septiembre.

“Fue un gran honor destruir un enorme SUBMARINO QUE TRANSPORTABA DROGAS que navegaba hacia Estados Unidos en una ruta de tránsito de narcotráfico bien conocida”, escribió Trump en una publicación en redes sociales. “La inteligencia estadounidense confirmó que esta embarcación estaba cargada principalmente con fentanilo y otras drogas ilegales”.

Relacionadas

Después del anuncio de Trump, el Pentágono publicó en X un breve video en blanco y negro del ataque. En él, se puede ver una embarcación moviéndose a través de las olas, con su parte delantera sumergida a pocos centímetros por debajo de la superficie del agua. Luego, se observan varias explosiones, al menos una sobre la parte trasera de la embarcación.

El presidente republicano dijo que dos personas a bordo murieron —una más de lo que se informó previamente— y las dos que sobrevivieron están siendo repatriadas a sus países de origen “para detención y enjuiciamiento”.

Con la confirmación de Trump en su plataforma Truth Social sobre el número de muertos, la acción militar de Estados Unidos contra embarcaciones en la región ha matado al menos a 29 personas.

El presidente ha justificado los ataques afirmando que Estados Unidos está involucrado en un “conflicto armado” con los cárteles de la droga. Se apoya en la misma autoridad legal utilizada por el gobierno de George W. Bush cuando declaró la guerra al terrorismo después de los ataques del 11 de septiembre, lo que incluye la capacidad de capturar y detener combatientes y usar fuerza letal para eliminar a sus líderes. Trump también trata a los presuntos narcotraficantes como si fueran soldados enemigos en una guerra tradicional.

La repatriación evita preguntas para el gobierno de Trump sobre cuál habría sido el estatus legal de los dos detenidos en el sistema de justicia de Estados Unidos. También puede eludir algunos de los problemas legales que surgieron de la detención de combatientes enemigos en la guerra global contra el terrorismo, así como desafíos a la constitucionalidad de la operación actual.

Para algunos académicos legales, el uso de Trump de tal fuerza militar contra presuntos cárteles de drogas, junto con su autorización de acciones encubiertas dentro de Venezuela, posiblemente para derrocar al presidente Nicolás Maduro, estira los límites del derecho internacional.

El viernes, Trump pareció confirmar reportes de que Maduro ha ofrecido una participación en el petróleo de Venezuela y otras riquezas minerales en los últimos meses con el fin de evitar la creciente presión de Estados Unidos. Funcionarios del gobierno venezolano también han propuesto un plan en que Maduro eventualmente dejará el cargo, según un exfuncionario del gobierno de Trump. Ese plan también fue rechazado por la Casa Blanca, reportó The Associated Press.

Los ataques en el Caribe han causado inquietud entre los miembros de ambos partidos del Congreso estadounidense y quejas sobre la recepción de información insuficiente sobre cómo se están llevando a cabo los ataques. Pero la mayoría de los senadores republicanos respaldó al gobierno la semana pasada en una medida que habría requerido que el equipo de Trump obtuviera la aprobación del Congreso antes de perpetrar más ataques.

Por otro lado, una resolución a considerar evitará que Trump ataque directamente a Venezuela sin autorización del Congreso.