DENVER. Autoridades federales informaron el miércoles que incautaron más de media tonelada de metanfetamina y acusaron a 15 personas tras una investigación de dos años, que desarticuló una organización de narcotráfico mexicana que operaba en Colorado. Once personas fueron arrestadas, pero otras cuatro, incluido el presunto líder de la organización permanecen prófugas y se cree que están en México, según anunció la Fiscalía Federal de Colorado. Dave Olesky, agente especial a cargo de la DEA, declaró en una conferencia de prensa que la investigación reveló vínculos con elementos en México relacionados con los cárteles de Sinaloa y Jalisco.

Relacionadas

Olesky no respondió preguntas y un portavoz de la agencia se negó a dar más detalles. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco, tristemente célebres por sus nombres derivados de los estados mexicanos donde se originaron, figuraban entre los ocho grupos criminales latinoamericanos recientemente designados como organizaciones terroristas extranjeras por el gobierno de Trump.

Una declaración jurada de arresto indicó que la metanfetamina incautada equivalía a millones de dosis individuales. La mayor parte de los 505 kilogramos (1115 libras) de metanfetamina se descubrió oculta en las esquinas de cajas de calabaza pera, recientemente importadas de México y encontradas en una propiedad en Lakewood, suburbio de Denver, en abril, según la declaración jurada.

Casi 45 kilogramos (100 libras) se encontraron en un autobús Greyhound que pasaba por Vail en diciembre, después de que los investigadores obtuvieran una orden judicial para rastrear un teléfono celular utilizado para comunicarse con un presunto narcotraficante. Las autoridades esperaban para inspeccionar el autobús cuando llegara a la estación de esquí, según la declaración jurada.

Las drogas se dirigían al área de Denver, declaró el fiscal federal Peter McNeilly. “Esta era una cadena de suministro que debía ser desarticulada”, afirmó Marv Massey, agente especial interino del FBI a cargo.