El juez federal de distrito en Florida, Donald Graham, desestimó el martes la demanda contra Royal Caribbean que presentaron los padres de Chloe Wiegand, la niña de un año que cayó por una ventana del crucero Freedom of the Seas el 7 de julio del 2019 en San Juan.

Graham determinó que la empresa no es responsable por el fallecimiento de la menor, quien al caer estaba bajo el cuidado de su abuelastro, Salvatore Anello, según reportó NBC News. Anello ha reiterado que pensaba que la ventana por donde se precipitó la niña tenía cristal, además que es daltónico. Aseguró que su discapacidad no le permitió darse cuenta que la ventana estaba abierta cuando levantó a Chloe.

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El magistrado expresó en su fallo que “Anello extendió la mano frente a él y no sintió ningún vidrio en la ventana que se abría antes de extender el difunto (la niña) hacia la apertura de la ventana”. “Una persona razonable a través del uso ordinario de sus sentidos habría sabido de los peligros asociados con la conducta del señor Anello”, agregó.

“El verdadero peligro que generaba riesgos aquí era que el señor Anello levantaba a un niño hasta una ventana abierta. Los demandantes no han proporcionado evidencia que demuestre que el demandado (Royal Caribbean) estaba al tanto de ese peligro”, sostuvo Graham.

Los progenitores de Chloe, Alan Wiegand y Kimberly Schultz Wiegand, demandaron a Royal Caribbean en diciembre de 2019. Alegaban que la naviera fue negligente por dejar una ventana abierta y provocar su muerte.

Royal Caribbean, por su parte, sostenía que un vídeo muestra que Anello conocía que la ventana estaba abierta.

Anello fue sentenciado el 8 de febrero del 2021 por la jueza Gisela Alfonso Fernández, del Tribunal de San Juan, a tres años de probatoria por el delito de homicidio negligente.

La mortal caída ocurrió desde el piso 11 del crucero, que representan unos 115 pies de altura. El barco estaba atracado en el muelle Panamericano II.