Miami. Un nuevo reporte preliminar del Gobierno de Estados Unidos sobre el derrumbe de la torre residencial Champlain en Florida, que dejó casi 100 muertes en 2021 en la ciudad de Surfside (Miami-Dade), reveló este martes que había “señales de fallos en el edificio que eran visibles semanas antes del colapso” del lugar.

La decisión de demoler el edificio en Surfside se tomó una vez que crecían las preocupaciones de que la estructura dañada estuviera en riesgo de venirse abajo.

La investigación del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST, en inglés) también reforzó la conclusión preliminar sobre que el desmoronamiento comenzó en el área de la piscina en lugar de en la torre per se, donde ocurrió una de las mayores tragedias inmobiliarias en la zona metropolitana y costera de Miami.

Relacionadas

La investigadora principal Judith Mitrani-Reiser presentó este martes los avances de la pesquisa al Equipo Nacional de Seguridad de la Construcción (NSCT, en inglés) sobre el derrumbe, que mató a 98 personas, incluyendo una cantidad significativa de latinoamericanos, el 24 de junio de 2021.

Mitrani-Reiser destacó “indicios de que el edificio estaba con fallos en las semanas antes del colapso”, incluida una puerta corrediza de vidrio que se salió de su marco, grietas en paredes y el desplazamiento de una puerta que impedía su apertura, según un comunicado del NIST.

“Todos estos problemas se concentraron en una pequeña área en de la cubierta de la piscina y del estacionamiento a nivel de calle, que se ha confirmado que comenzaron a colapsar al menos siete minutos antes de la torre”, indicó el instituto, que depende del Departamento del Comercio.

El informe también describió que había filtraciones de agua en el techo del garaje en un área con “muchas” grietas y reparaciones a lo largo de los años, y el flujo del líquido “incrementó de manera dramática” en las horas antes del derrumbe.

El equipo espera completar a finales de 2025 los detalles técnicos del reporte y presentar más hallazgos en 2026 sobre el colapso, que dejó entre sus víctimas a argentinos, uruguayos, colombianos, venezolanos, chilenos y paraguayos, incluyendo familiares de la entonces primera dama de Paraguay, Silvana López Moreira.

El incidente despertó cuestionamientos sobre la seguridad inmobiliaria en el sur de Florida, donde tras el derrumbe parcial de esta torre, por precaución, demolieron toda la estructura con una implosión controlada y vendieron el lote por 120 millones de dólares para construir un nuevo complejo.

El NIST espera que los “hallazgos y recomendaciones de la investigación traigan mejores a la seguridad de la construcción” para edificios nuevos y ya existentes.

“Este trágico evento ha revelado fallas en nuestros sistemas, y la calidad está en el corazón de ello”, declaró Mitrani-Reiser.