Revelan nuevas fallas y advertencias previas antes de la masacre de 19 niños en Uvalde
Archivos detallan errores y preocupaciones ignoradas.
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El condado de Uvalde (Texas) y su distrito escolar divulgaron este martes nuevos documentos sobre el tiroteo ocurrido en mayo de 2022 en una escuela primaria, en el que murieron 19 niños y dos maestras -en su mayoría hispanos-, que revelan preocupaciones previas sobre la seguridad y el conocimiento de que el atacante tenía un historial problemático.
Los archivos aportan pormenores sobre lo que ha sido calificado como una desastrosa respuesta policial a la masacre de la Primaria Robb, marcada por la falta de coordinación y la demora de más de una hora de los agentes para enfrentar al tirador Salvador Ramos, de 18 años.
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La información fue revelada gracias a una coalición de organizaciones de noticias que demandó al condado y el distrito escolar, que por años se negaron a entregar los documentos.
Los registros incluyen llamadas a la policía, videos, informes balísticos y registros de comunicación entre empleados del distrito y del condado.
El Distrito Escolar de Uvalde no proporcionó videos de sus policías porque ninguno llevaba cámaras corporales ese día ya que no les habían proporcionado el equipo.
Sin embargo, la información entregada por las autoridades escolares muestra que ya existían preocupaciones por la seguridad en sus campus antes de la masacre.
Los administradores escolares habían consultado con una cerrajería la compra de cerraduras automáticas para las puertas exteriores poco menos de un mes antes del tiroteo.
Ramos ingresó fácilmente a la escuela por una puerta sin seguro, después de disparar a varias personas fuera de la institución.
Los documentos también mostrarían los problemas de comunicación entre las autoridades escolares, como los mensajes de texto en los que se preguntaba a la policía escolar si algún estudiante había resultado herido y si se podía levantar el estatus de seguridad de la escuela, minutos después que Ramos fuera abatido por las autoridades federales, según información citada por The Texas Tribune, uno de los medios demandantes.
Los registros también indican que el tirador había exhibido un comportamiento escolar inapropiado, tenía dificultades académicas y se ausentaba con frecuencia cuando era un estudiante adolescente.
Ramos, tuvo al menos 22 incidentes disciplinarios en la secundaria y preparatoria, que incluyeron amenazas a un maestro, provocar múltiples peleas, tirar la mochila de un estudiante a un bote de basura, repetidos casos de uso de lenguaje homofóbico y malas palabras en el aula.
Fue dado de baja de la preparatoria en 2021 por bajo rendimiento académico y falta de asistencia, según los registros citados por la televisora KSAT.
Un informe preparado por un comité especial de investigación de la Cámara de Representantes de Texas en 2022 encontró “fallas sistémicas” entre las agencias de aplicación de la ley y los protocolos de seguridad escolar para detener a Ramos.
Al menos 376 agentes de diferentes agencias de ley respondieron a la escena. Los reportes indican que les tomó más de 77 minutos irrumpir en el salón de clases donde se encontraba el tirador y matarlo.