Washington. El presidente estadounidense Donald Trump le ordenó el domingo a funcionarios federales de inmigración que le den prioridad a las deportaciones en ciudades gobernadas por demócratas, después de que surgieran grandes protestas en Los Ángeles y otras ciudades de gran tamaño contra las políticas migratorias de su gobierno.

En una publicación en redes sociales, Trump instó a los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) “a hacer todo lo posible para lograr el objetivo muy importante de llevar a cabo el programa de deportación masiva más grande de la historia”.

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Agregó que, para alcanzar ese objetivo, los funcionarios “deben ampliar los esfuerzos para detener y deportar a los extranjeros ilegales en las ciudades más grandes de Estados Unidos, tales como Los Ángeles, Chicago y Nueva York, donde residen millones y millones de extranjeros ilegales”.

Trump hizo su declaración después de semanas de intensificación en las redadas migratorias, y después de que Stephen Miller, subjefe de despacho de la Casa Blanca y el principal arquitecto de las políticas de inmigración de Trump, dijera que los agentes del ICE aspirarían a efectuar cuando menos 3,000 arrestos al día, en comparación con aproximadamente 650 diarios durante los primeros cinco meses del segundo mandato de Trump.

Al mismo tiempo, su gobierno le ha ordenado a las autoridades de inmigración que pausen los arrestos en granjas, restaurantes y hoteles, después de que Trump expresara su preocupación por el impacto que la aplicación enérgica de la ley está teniendo en esas industrias, según un funcionario de Estados Unidos al tanto del asunto que habló a condición de guardar el anonimato.