DAYTONA BEACH, Florida. El presidente Donald Trump abrazó en año electoral a NASCAR y sus fanáticos hoy domingo cuando se convirtió en el segundo presidente en asistir a las 500 Millas de Daytona.

Trump hizo una gran entrada antes del comienzo de la carrera, en la que se le permitió ordenar a los conductores a arrancar sus motores. Dio a miles de fanáticos un paso elevado de Air Force One y luego subió a la pista en la limosina presidencial, conocida como “la besia”, mientras la audiencia rugía de alegría.

La caravana tomó aproximadamente un cuarto de vuelta antes de retirarse en un área de preparación.

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Antes de Trump, el presidente George W. Bush también apareció en la carrera durante su año de reelección.

La campaña de reelección de Trump tenía programado un anuncio durante la transmisión de Fox de la carrera y volar una pancarta aérea cerca de la pista de carreras.

Se esperaba que unas 100,000 personas asistieran a la carrera de este año y millones más lo verán por televisión. Alrededor de 9 millones de personas participaron en la carrera del año pasado por televisión.

Trump tuiteó el domingo por la mañana: "Preparándose para ir a las 500 de Daytona. ¡Será GENIAL!"

Después de su regreso programado el domingo por la noche a Washington, Trump irá más tarde la próxima semana a manifestaciones en Phoenix, Las Vegas y Colorado Springs, Colorado.

El viaje es otra demostración de la voluntad de Trump de hacer campaña no solo en las fortalezas conservadoras sino en los estados que se inclinan por los demócratas, particularmente Colorado, donde el senador republicano Cory Gardner enfrenta una dura batalla de reelección. Se espera que Arizona sea un estado clave en las elecciones presidenciales con su creciente población de votantes hispanos.