WASHINGTON. El presidente Donald Trump estaba celebrando una mesa redonda con personas influyentes conservadoras sobre Antifa el miércoles cuando el secretario de Estado Marco Rubio, de pie en la esquina trasera de la Sala Azul de la Casa Blanca, llamó su atención.

Tenía noticias para Trump, dijo, pero tendría que esperar hasta que se marcharan los medios de comunicación. Entonces Rubio le pasó una nota al presidente.

Los fotógrafos que cubrían el evento enfocaron la nota escrita a mano en papel membretado de la Casa Blanca, que decía: “Tienes que aprobar pronto una publicación en Truth Social para poder anunciar el acuerdo primero”.

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“El secretario de Estado me acaba de entregar una nota en la que dice que estamos muy cerca de alcanzar un acuerdo sobre Oriente Medio y que me van a necesitar muy pronto”, dijo Trump. “Así que responderemos a un par de preguntas más”.

El evento con los influencers ya llevaba más de una hora cuando Rubio se acercó por primera vez. El presidente lo invitó a entrar y Rubio le susurró algo a Trump antes de entregarle la nota.

El tono urgente de la nota se produjo cuando el principal asesor de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, el primer ministro de Catar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, y otros altos funcionarios se unieron al tercer día de conversaciones de paz entre Israel y Hamás en un complejo turístico egipcio el miércoles, una señal de que los negociadores pretenden profundizar en las cuestiones más difíciles del plan estadounidense para poner fin a la guerra en Gaza.

Trump había dado inicio al evento con influencers diciendo a los periodistas reunidos que tenía previsto viajar a Oriente Medio “hacia el final de la semana” e incluso podría “hacer una ronda” por la región, visitando Egipto y posiblemente la Franja de Gaza, mientras los negociadores estadounidenses se acercaban a un acuerdo.

Sin embargo, incluso después de que Rubio le pasara la nota a Trump, este siguió hablando con los influencers y respondiendo a las preguntas de los medios de comunicación, mientras el secretario de Estado se mostraba visiblemente nervioso.

Casi 10 minutos después de sus comentarios iniciales sobre su marcha, Trump dijo: “Tengo que irme ahora para intentar resolver algunos problemas en Oriente Medio, aunque estoy muy bien representado por nuestro secretario de Estado. Probablemente él podría hacer un trabajo aún mejor que yo, pero quién sabe”.

“No queremos correr ningún riesgo. Así que vamos a ir y hacerlo”, añadió Trump.

A continuación, sugirió que la fiscal general Pam Bondi y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se quedaran y respondieran a las preguntas en su ausencia. Sin embargo, Trump siguió respondiendo a las preguntas antes de que el acto terminara finalmente sin que los miembros del Gabinete se quedaran atrás.

“Vamos a conseguir la paz en Oriente Medio”, concluyó Trump. “Eso es lo que queremos hacer”.