Trump y Xi tienen previsto conversar este viernes sobre el futuro de TikTok en Estados Unidos
Con el fin de que la aplicación continúe operando en el país norteamericano.

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Pekín/Washington. Los presidentes de Estados Unidos y China, Donald Trump y Xi Jingping, tienen previsto hablar por teléfono el viernes y tratar temas bilaterales relacionados con el comercio o con la plataforma TikTok, con la expectativa de que ambos acuerden detalles para que la exitosa aplicación pueda seguir operando en territorio estadounidense.
La llamada, que anunció Trump sin que haya sido confirmada por China, llega tras la cuarta ronda de conversaciones celebrada esta semana en Madrid, donde además de reducir barreras para la inversión o avanzar en temas de cooperación económica, ambas partes acordaron un marco para resolver el caso TikTok.
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La problemática parte de la ley que aprobó el Congreso en 2024, que establece que para que TikTok no sea cerrada en Estados Unidos la sociedad que opere la aplicación en suelo estadounidense debe quedar lo suficientemente desligada de la matriz china, ByteDance, especialmente en lo referente al acceso que Pekín pueda tener a servidores que almacenen datos de usuarios.
La Casa Blanca ha dado señales que han parecido contentar a China. Por ejemplo, al decir que aprueba que ByteDance tenga una participación pequeña en la nueva sociedad operadora que debería erigirse para que la plataforma no cierre en Estados Unidos y que se cree que podría estar participada por Oracle, Silver Lake y el fondo de capital riesgo Andreessen Horowitz.
Un “marco” pendiente de ratificación
Sin embargo, lo acordado en Madrid es un “marco” del que no se sabe prácticamente nada, un escenario que se repite durante los mandatos de Trump, muy dado a cerrar acuerdos “de arriba a abajo”; anteponiendo los apretones de manos con sus homólogos y dejando las labores técnicas para más adelante.
Esta será la primera llamada entre ambos mandatarios desde junio y se desconoce la naturaleza de lo que puedan acordar, algo que Trump acostumbra a anunciar en Truth Social sin entrar en detalles específicos.
China afronta la llamada con un discurso que combina voluntad de diálogo y firmeza en la defensa de sus intereses, en un momento en que ambas potencias negocian además una tregua comercial.
Medios oficiales chinos han destacado los “avances” logrados en Madrid, aunque el viceministro de Comercio Li Chenggang subrayó que el consenso fue “difícil de lograr” y advirtió contra lo que Pekín considera una politización de asuntos empresariales.
La prensa de Pekín, como el Diario del Pueblo o el Global Times, ha puesto el acento en que China no aceptará “sacrificar principios ni intereses legítimos” y que mantendrá su rechazo a lo que califica de “supresión” de sus compañías.
Sin mención a la llamada
Sin embargo, en contraste con la cobertura internacional, los medios chinos no mencionaron la llamada con Trump, y preguntado el jueves por ella, el portavoz de Exteriores Lin Jian dijo que no tenía información al respecto.
En paralelo, medios en Hong Kong han resaltado que el acuerdo sobre TikTok sigue siendo un “marco” pendiente de ratificación y que podría servir para allanar el terreno para una visita de Trump a China o, al menos, un encuentro bilateral en la cumbre APEC de octubre en Corea del Sur.
El pulso tecnológico añadió esta semana nuevos elementos de fricción. El lunes, el regulador chino acusó a la estadounidense Nvidia, que en agosto acordó transferir al Gobierno de Estados Unidos el 15% de lo que ingrese por vender el sofisticado chip H20 en China, de violar la ley antimonopolio en su compra en 2020 de Mellanox Technologies y anunció pesquisas adicionales.
El caso, reactivado en plena ronda de contactos en Madrid, ha deparado duras críticas en Washington y se suma a informaciones publicadas por el Financial Times sobre supuestas órdenes regulatorias para que las grandes tecnológicas chinas detuvieran pedidos de procesadores de inteligencia artificial (IA) de Nvidia, extremo que Pekín evitó confirmar.
A ello se suma el anuncio de Huawei, que el jueves presentó su plan de lanzar en 2026 un nuevo procesador de IA, el Ascend 950PR, acompañado de sistemas de cálculo propios, un anuncio que se enmarcó en los esfuerzos chinos por reducir su dependencia de semiconductores extranjeros tras las restricciones de Washington.