Una cabra montesa que se escapó y quedó atrapada bajo un puente de Kansas City sobrevivió a un accidentado rescate y ahora podría reunirse con sus dueños, que sospechan que la robaron de su granja hace dos meses.

“Es la historia que ha cautivado los corazones de Kansas City”, afirma Tori Fugate, de KC Pet Project, una organización sin ánimo de lucro que se ocupa del control de animales en la ciudad y gestiona refugios. “Olvídate de un eclipse solar. Estábamos viendo cabras”.

Después del eclipse del lunes, la gente vio al animal, que se cree que es una cabra desaparecida llamada Chug, saltando sobre los pilares que sostienen el puente, muy por encima del suelo.

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Con la esperanza de ponerla a salvo, un conductor consiguió atar una cuerda al cuello de la cabra, pero eso no hizo más que aumentar el peligro, explicó Fugate. Cuando los bomberos intentaron rapelar por el lateral del puente para capturar a la cabra, ésta se asustó e intentó saltar a la siguiente plataforma. Pero sus pezuñas resbalaron y la cuerda se enganchó, con lo que la cabra quedó colgando del cuello, sin moverse.

Los bomberos consiguieron deshacer un enganche en la cuerda, creando holgura en el cabo. La cabra cayó 4.5 metros al suelo y aterrizó en un lugar donde los bomberos habían colocado un colchón para amortiguar el impacto, explicó Fugate.

Un veterinario que estaba esperando, sedó la cabra y los equipos la llevaron en cabestrillo hasta la cima de una colina rocosa, donde los bomberos le administraron oxígeno. Entonces se recuperó y se la llevaron a rayos X, explicó Fugate.

“Milagrosamente no tiene ningún hueso roto”, dijo Fugate. La cabra había estado trepando por los soportes de un puente situado a 24 metros del suelo, una caída a la que no habría sobrevivido, explicó.

Esta es sólo la última parte de la aventura de la cabra. Entró en el refugio como animal abandonado el 13 de marzo, fue apodado Jeffrey y adoptado ese mismo mes. Pero enseguida saltó la valla de su nuevo hogar.

“Gracias a su fama mediática, ayer alguien se puso en contacto con nosotros y nos dijo que se parecía mucho a la cabra que había desaparecido en febrero”, explicó.

La familia vive a dos horas de distancia y tiene previsto venir al refugio el miércoles para confirmar que se trata de su cabra robada, llamada Chug. Si lo es, piensan llevársela a casa, y los propietarios adoptivos de la cabra dicen que les parece bien.

“Parece muy exigente con su situación vital”, afirmó Fugate.