Habló fuerte, pero no se arrepiente porque el grito llegó hasta la Fortaleza.

Así piensa el alcalde de Utuado, Ernesto Samuel Irizarry, quien todavía está sorprendido por la llamada telefónica que recibió del gobernador Ricardo Rosselló Nevares esta mañana.

La comunicación del mandatario surgió como respuesta a un vídeo caliente que subiera el alcalde a su Facebook anoche ante la frustración de tener que remendar constantemente el camino de las Parcelas Pons, que ayer fue destruido por las lluvias registradas en ese municipio.

Con lenguaje florido y visiblemente airado, Irizarry urgía la ayuda para unas 30 familias que habían quedado incomunicadas por ese evento, al tiempo que, indignado, reclamaba al mandatario “renuncia ya, es nuestra gente la que sufre”.

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“Me acaba de llamar, de hecho, estoy en shock, me dijo que por qué el video, que me podía ayudar, se puso a disposición, que tiene a la Guardia Nacional para ayudarnos, que negociara con Manejo de Emergencias. Pero contestó y me llamó”, expresó el alcalde de Utuado.

“Es la primera vez que me llama, cuando yo lo escucho, pregunté, ¿gobernador? Y contestó que sí, y le dije ‘me sorprende’, pero terminé dándole las gracias por llamar porque hay que ser educado. Él no dijo que iba a venir, pero que iba a mandar personal, que le enviara yo toda la información y ahora voy a compartir todos los detalles”, admitió.

Irizarry destacó que anoche mismo lograron arreglar el puente para que estas familias pudieran tener acceso a sus hogares, pero la situación no es nueva y se repite cada vez que llueve.

Esto con tan solo tres empleados que se supone que ayer se fueran de vacaciones.

“Ayer cuando estaba con nuestros compañeros de trabajo arreglándolo, pues sentí la frustración de ellos y otras comunidades que tienen ese problema y perdí el control, me subió la sangre y hice lo que hice”, confesó. 

“Nosotros terminamos de arreglarlo anoche mismo, la gente tenía paso hoy, pero ¿hasta cuándo vamos a poder soportar esto? Con tanto recorte, con tantos problemas que tenemos, no es fácil, yo no voy a poder mantener la maquinaria. Estamos a merced de otros”, señaló.

De acuerdo con Irizarry, la situación que viven estas 30 familias del sector afectado es similar en otras comunidades, cuyos puentes también quedaron destrozados por el fenómeno atmosférico.

“Ahora mismo la gente tiene paso, pero es la misma situación de las Parcelas Pons que perdieron sus extremos y nosotros tenemos que rellenar con tierra y cuando llueve vuelve y se va”, manifestó al destacar que entre los sectores vulnerables están “Arenas, Valle Indígena en Caguana, en Ángeles, Las Losas y otros pasos más pequeños que hacen falta”.

“Por eso es que menciono que estamos jugando con tierra, porque lamentablemente los fondos no acaban de desembolsarse y ante esta crisis política que tenemos en Puerto Rico y todo lo que se ha dicho, pues nos preocupa que los fondos CDBG estén aguantados, porque imagínate ahora”, expuso.

Según el alcalde, todavía la Administración Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) le debe a su municipio cerca de $1,000,000, solamente en recogido de escombros.

“Es frustrante y ver cómo malgastan dinero, cómo se lo roban, esa cúpula de poder no piensa en los demás abajo, ¿por qué no usan las estructuras gubernamentales que tienen como los municipios para poder ayudar”, cuestionó.

El río Caonillas arrasó con el tramo que comunica a unas 30 familias residentes en las Parcelas Pons.

Irizarry admitió que luego de exponer su indignación mediante el controversial video tuvo dudas, pero no se arrepintió por la forma de haberlo expresado.

“Al principio cuando me di cuenta de que perdí la compostura y trato de controlarme, llamé a varios compañeros de trabajo y amistades para decirle ‘perdóname, creo que cometí un error’, pero ellos me dijeron que no, que no cometí ningún error. Después me puse a pensar en la gente que está al otro lado del puente, de lo que llevan esperando, yo creo que ayer yo grité por ellos y las palabras fueron de más, pero iba a explotar, siento que liberé como 1,000 libras de presión”, reveló.

“Yo grité por los más pobres, por los que todavía sufren, por los que esperan, por los que no tienen toldo. Es una mezcla de sentimientos porque aquí cada vez que llueve, mi gente se pone nerviosa, aquí hay derrumbes, deslizamientos en casas de personas mayores que están solos y que no van a ser ayudados por FEMA porque no cualifican, y nosotros tampoco tenemos los fondos, tenemos que seguir buscando la manera de cómo ayudar a nuestra gente”, lamentó.