Las dimisiones de la secretaria de Educación, Julia Keleher, y el secretario del Departamento de Seguridad Pública, Héctor Pesquera, de Puerto Rico, conocidas a última hora de ayer, han provocado una avalancha de reacciones y elevan a más de treinta las renuncias en la administración del gobernador, Ricardo Rosselló, desde que asumiera el mando hace poco más de dos años.

Rosselló anunció hoy que Eleuterio Álamo, será el nombre del sustituto en funciones de la secretaria.

"Estoy aquí para hacerles una anuncio importante sobre el secretario de Educación y el futuro de la Reforma Educativa. Se trata del nombramiento de nuestro secretario interino, el profesor Eleuterio Álamo", dijo el gobernador de la isla, a través de una transmisión en vivo en la red social Facebook.

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Álamo, quien fuera en 2016 candidato a la alcaldía de Gurabo -en el interior de la isla-, es el director regional del Departamento de Educación de San Juan.

En sus primeras declaraciones tras su elección, Álamo indicó que la implantación de la reforma educativa marcada por el gobierno será su prioridad.

"Mi función principal es continuar con la política pública que establece el gobernador (Ricardo Rosselló)", afirmó en una mesa redonda en La Fortaleza.

La secretaria Keleher, quien ha estado dos años en sus funciones, seguirá sin embargo como asesora de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF) de Puerto Rico.

En declaraciones este miércoles a Radio Isla, Keleher manifestó que "quisiera quedarse trabajando en Puerto Rico para el resto de su vida porque amo esta isla y quiero aportar para que el futuro de estos jóvenes sigan brillando. Ese es mi compromiso de vida".

Por su parte Pesquera, quien dejará el cargo a finales del mes de abril, ha dimitido por "razones personales".

La primera reacción fue la del principal partido de la oposición, el Partido Popular Democrático (PPD), quien por boca de su presidente, José Aníbal Torres, dijo que el ejecutivo local había sorprendido "con dos de las más requeridas y necesarias renuncias del gabinete del gobernador, Ricardo Rosselló. Más que la urgencia, ambas renuncias representan el reconocimiento al fracaso del Gobierno en las áreas de educación y seguridad pública".

"Las excusas o maneras en que se anuncian sus respectivas salidas, no pueden borrar la tragedia que se ha vivido con el desmantelamiento de un sistema educativo; con la implantación de reformas predicadas en caprichos personales y aventuras caracterizadas por la improvisación y el desorden", subrayó.

"En el caso de la Secretaria de Educación, el cierre de planteles se ha prestado para la improvisación y el desorden que ha incluido hasta propuestas que han resultado en gastos millonarios incomprensibles y bajo escrutinio de autoridades fiscales", agregó.

A su vez, opinó que del Secretario de Seguridad "es poco lo que hay que añadir. No hay forma de entender su permanencia al mando del sistema de la seguridad pública".

"Este gobierno sigue demostrando su incapacidad y reafirma cada día su total colapso. Retener a estos dos funcionarios, ya sea por un mes más o moverlos a otra agencia, demuestra la falta de carácter del gobernador Rosselló", concluyó.

Una reacción a la que no tardó en responder el presidente del Senado de la isla, Thomas Rivera, quien subrayó que lo que "más caro pagó el Gobierno de Puerto Rico y los puertorriqueños fueron los pasados cuatro años del PPD".

Unos años que, opinó, produjeron "la quiebra, el impago, la Junta de Supervisión Fiscal, la corrupción de Anaudi y los recaudadores de Bernier y ¡todos los impuestos que aprobaron en el Gobierno de la PAVA. Puerto Rico está en buenas manos!".

Dentro del gremio de la educación, la presidenta de la Asociación de Maestros, Aida Díaz, reaccionó reflejando lo que calificó de "políticas nefastas" que impuso la funcionaria en la agencia.

"No lamento la partida de la doctora Keleher. Sí lamento que no haya sido antes y que los niños de Puerto Rico, sus padres y los maestros hayan tenido que sufrir tanto debido a las políticas nefastas que impuso. No me tomó por sorpresa su salida porque ya eran demasiados sus desaciertos", subrayó en un comunicado.

En cuanto al gremio de la seguridad pública y nacional, el vicepresidente de la Organización de Policías Organizados, Gregorio Matías, no dudó en asegurar, en declaraciones a Radio Isla, que la renuncia de Pesquera a la jefatura del Departamento de Seguridad Pública (DSP) representa "un alivio" para los policías.

Según Matías, "los arrebatos y la forma de hablar pesquera y dirigirse a nosotros los que representamos la seguridad no era la adecuada".

Por su parte, el movimiento Victoria Ciudadano, indicó en un comunicado que el legado de Keleher y Pesquera han sido "escándalos, falta de empatía, ineficiencia y arrogancia".

"El costo para el pueblo de Puerto Rico no se limita a los más de 1 millón que recibieron en salarios durante los pasados dos años, sino que también incluye las cientos de escuelas cerradas y los miles de estudiantes desplazados; a los cientos de policías que se vieron forzados a abandonar la Uniformada y trasladarse a otra jurisdicción y a todas las personas que fallecieron por la incompetencia de quien dirigía la sombrilla que incluye el 911 y Manejo de Emergencias", indicaron.

Victoria Ciudadana, recordaron, "nace para combatir esas prácticas y esas políticas. Reiteramos nuestro compromiso de revertir las mismas una vez logremos la Victoria del pueblo".

La salida de Keleher y Pesquera "no exime a la Administración Rosselló de su obligación de rendir cuentas y fijar responsabilidad sobre las investigaciones pendientes en los respectivos departamentos dirigidos por los funcionarios salientes".