La directora de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) Natalie Jaresko insistió que el único rol de ese ente es buscar soluciones a los problemas económicos del país y hacerlo más sostenible, y una manera de lograrlo es escuchar los problemas, oportunidades y soluciones que presentan los alcaldes, que son los que conocen las necesidades de su gente.

Hoy Jaresko visitó la alcaldía de Camuy donde lo recibió el alcalde saliente Edwin García Feliciano, quien le mencionó que una de las prioridades para generar empleo y mejorar la economía es reabrir el Parque de las Cavernas del Río Camuy, y la fábrica PanAm Shoe que cerró en el 2001.

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Jaresko, luego de un recorrido por el pueblo, que incluyó la antigua fábrica de zapatos, también visitó el municipio de Quebradillas donde hizo un recorrido con el alcalde Heriberto Vélez.

Estos municipios son dos de los diez pueblos que la JSF seleccionó -bajo el amparo de la Ley Promesa- para conformar un plan piloto encaminado a que los propios alcaldes trabajen iniciativas para mejorar la situación fiscal en sus respectivos pueblos.

“Los alcaldes están trabajando bien duro para asegurar un mejor estándar de vida para los residentes”, dijo Jaresko a la salida de la reunión donde ejemplificó que el alcalde García Feliciano se enfoca en “el desarrollo económico, la creación de empleos y una economía más estable”.

La ejecutiva indicó que trabajará con el alcalde para adelantar las iniciativas propuestas en este pueblo, y que los fondos provendrían de inversiones privadas, de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y de otros dineros federales.

La directora de la JSF resaltó la importancia de salir de San Juan y llegar hasta los pueblos para hablar directamente con los alcaldes, los comerciantes y la gente. En el caso de los alcaldes dijo que están receptivos y colaboradores.

De su parte, el ejecutivo municipal calificó la reunión de “una oportunidad extraordinaria” en la que el público también tuvo la oportunidad de conocer qué está haciendo la JSF, qué se le requiere al Gobierno estatal “y cómo caminar en una sola dirección para lograr que Puerto Rico tenga, no solo los presupuestos balanceados, sino también la gerencia que es necesaria para que no volvamos a caer en la misma situación de una deuda que nos ha tocado a todos”.

En el encuentro hubo representación de cooperativistas, del sector de la salud, agricultores y pequeños comerciantes.

Una de las necesidades más apremiante es identificar recursos para la reapertura del parque.

El ejecutivo municipal indicó que el Gobierno ha dicho que necesita cerca de $20 millones para la rehabilitación total del lugar, pero él pretende inicialmente “poner a funcionar la parte de Cueva Clara (que es la que visitan los turistas)”.

García Feliciano enumeró que la Compañía de Turismo ya habló de la disponibilidad de unos $100 mil y que el representante Joel Franqui Atiles podría identificar $120,000

“Salvando el asunto de los trolley -que se hizo una petición de $1.5 millones- se necesitarían de $500,000 a un $1 millón, y entendemos que es viable conseguir ese dinero dentro del presupuesto”, sostuvo al mencionar que la reapertura sería de forma limitada.

El funcionario mencionó que ya el próximo 12 o 15 de noviembre, cuando se espera que la gobernadora Wanda Vázquez y otras jefes de agencia visiten el parque, se discutirán cuáles son las necesidades más apremiantes. 

En cuanto a la fábrica PanAm Shoe, donde rehabilitarían 25 mil pies cuadrados, el alcalde dijo que necesitan cerca de $350 mil, porque ya tienen identificados cerca de $1.2 millones (provenientes de la Oficina de Gerencia y Presupuesto y de la Fortaleza).

También le pidió ayuda a Jaresko para coordinar con el Departamento de Vivienda Federal unos $3.3 millones (de un préstamo) que tiene disponible el municipio y usarlo para rehabilitar el resto de la fábrica; 80 mil pies cuadrados adicionales. Al momento hay personas interesadas en ocupar el lugar que en sus mejores tiempos empleó 1,500 personas.

Aunque el alcalde dijo que tienen los $3.3 millones, el problema es que el Gobierno federal les exige -condiciones que aceptó el municipio cuando la situación económica era mejor- generar un empleo por cada $35,000 que se empleen.

También aspira a desarrollar un hotel en el pueblo.