El desfile de testigo en el juicio federal contra Sixto Jorge Díaz Colón, mejor conocido como Sixto George, inició este martes en la sala del juez Francisco Besosa, del Tribunal de Distrito de Puerto Rico con sede en el Viejo San Juan.

El primero de los testigos lo fue William Hinton, un ingeniero eléctrico del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) que ha trabajado en la sede de Virgina por los pasados 39 años como técnico de vídeo y audio.

Entre otras cosas, dijo que su labor consiste en recibir pedidos de la agencia federal para eliminar sonidos externos de audios para hacerlos más entendibles. A modo de ejemplo, dijo que “si estas en un restaurante y todo el mundo habla”, elimina ese ruido externo de la conversación a la que se busca tener acceso.

Relacionadas

En este caso, Hinton fue ordenado a trabajar en “mejorar” dos sonidos de un audio que utilizará el fiscal federal Michael Nicholas Lang para sostener su prueba. No especificó cuáles serían. No obstante, se cree que fue uno grabado por el exsecretario de Asuntos Públicos bajo la administración de Rosselló, el abogado Anthony Maceira Zayas, cuando Díaz Colón supuestamente cometía los delitos imputados, y otro grabado por el FBI cuando el acusado llamó a Raúl “Raulie” Maldonado Nieves para cuestionarle sobre el dinero para evitar que se divulgara el controvertible chat de Telegram del equipo del exgobernador Ricardo Rosselló en verano del 2019.

El abogado de defensa, Ricardo Castro Lang, intentó que el testigo contestara si esta interferencia que realiza para “mejorar” el audio podría cambiar el sentido o significado del mismo. No obstante, el juez decidió que no habría respuesta a esta interrogante tras una objeción del fiscal.

“Mi único trabajo el eliminar el ruido. No hago ninguna interpretación de lo que dicen”, dejó claro Hinton en otra instancia.

“Lo grabado es lo grabado. En eso trabajo... Para que se pueda escuchar mejor”, añadió.

Expuso que, pese a que no habla español, tiene sistemas computadorizados que le permiten identificar los ruidos y que permanezca la voz sin interferir en el mensaje.

Díaz Colón fue acusado por un gran jurado federal en enero de 2021 por extorsión, intento de extorsión y destruir o alterar récords en medio de una investigación federal, en relación al “chat” de Telegram que causó una ola de protestan en contra de la administración de Rosselló. El malestar por los comentarios hechos por el exmandatario y se equipo en dicho chat fue tal que empujó a su salida para verano del 2019.

Será un jurado, compuesto por cinco hombres y siete mujeres, quienes juzgará al exproductor del programa Nación Z de la emisora Z-93. De hecho, Díaz Colón tuvo que renunciar a este trabajo tras supuestamente coordinar una entrevista con Rosselló sin el conocimiento de la gerencia de la compañía en medio de las masivas protestas.

Entre los testigos que se espera desfilen durante el juicio, que podría demorar unas dos semanas, son el exsecretario de Asuntos Públicos, así como Maldonado Nieves, un excontratista gubernamental e hijo del exsecretario de Hacienda, Raúl Maldonado Gautier.

Las alegaciones apuntan que Díaz Colón sabía que Maldonado Nieves tenía en su poder el controvertible chat. Entonces, acudió a donde Maceira Zayas para solicitar dinero y contratos gubernamentales a cambio de supuestamente comprar el silencio de Maldonado Nieves. Además, la Fiscalía federal dice contar con un audio en el que Díaz Colón presuntamente le ofreció también los servicios de figuras televisivas, incluyendo a “La Comay” y su productor Antulio “Kobbo” Santarrosa, para difundir mensajes de apoyo al exgobernador en medio de la marejada de protestas y pedidos de renuncia.

Investigador es el segundo testigo

El segundo de los testigos fue Max Rodríguez, un investigador y agente especial de Homeland Security por los pasados 12 años.

Relacionado a los hechos, contestó a preguntas de la fiscal federal Myriam Fernández González que trabajó como analista forense de computadora para septiembre de 2019. Para esa fecha, recibió del FBI un iPhone para extraer información del mismo de un periodo de agosto de 2019. El número telefónico era 787-225-2946, que le pertenece a Díaz Colón.

Según se presentó, el celular tenía una foto familiar que fue presentada como identificación. No se pudo identificar quiénes eran las personas.

Durante el interrogatorio, no ha trascendido qué tipo de datos se extrajeron del celular que representen prueba contra Díaz Colón. El investigador dejó claro que solo extrajo los datos y los entregó al FBI. No participó en el análisis de los mismos.