Un segundo crucero que iba a llegar a Puerto Rico mañana desde Fort Lauderdale, fue cancelado, confirmó Daphne Barbeito, portavoz de la Alianza Turística por Puerto Rico.

“Cuál es la razón, pues no la tengo”, indicó a Primera Hora.

El crucero Celebrity Edge salió desde el puerto de Florida ayer, domingo, y no se detuvo, indicó Barbeito, quien reiteró su incomodidad con la decisión gubernamental de desviar su parada.

“No había razón. Embarcaron ayer. (Los tripulantes) no estuvieron expuestos (al COVID-19)”, señaló

El gobierno, además, denegó hoy la entrada del crucero Symphony of the Seas al puerto de San Juan sin previa notificación. El barco, de la empresa Royal Caribbean y el más grande del mundo, zarpó de Miami el 23 de diciembre.

El Departamento de Salud emitió una carta el domingo a las líneas de cruceros para notificar más restricciones a los tripulantes y pasajeros que desembarquen en Puerto Rico, entre estas, tener un resultado negativo 48 horas antes de desembarcar, además de estar vacunado.

“De que todos tienen que estar vacunados, eso es un ‘given’. Los menores de 12 años que no pueden estar vacunados (son los únicos) no vacunados. Pero, todo pasajero de 12 o más años tiene que estar vacunado para poder embarcar”, indicó.

“No hay nada nuevo en la carta. Lo único nuevo es la prueba negativa de 48 horas antes de llegar al puerto. No le están dando tempo. Las líneas de crucero evidentemente tienen capacidad de hacer pruebas, pero no a 3,000 pasajeros”, comentó al resaltar que los contagios en los cruceros no llegan a 1% de positividad.

Barbeito comentó, además, que los no elegibles para vacunación tienen que llevar una prueba negativa antes de embarcar. Luego, le administran pruebas en el muelle, al tercer día de viaje y antes de desembarcar.

Por otro lado, la carta señala que aquellos que han tenido contacto cercano con otros que arrojaron positivo, no pueden desembarcar en Puerto Rico.

También dispone que el desembarco de tripulantes o pasajeros con síntomas asociados a COVID-19 no será permitido. De igual forma, requiere que el crucero provea una lista al Departamento de Salud con la información de los tripulantes y pasajeros que están aislados o en cuarentena.

Según la misiva, estas restricciones entraban en vigor este 27 de diciembre.

Barbeito atribuyó las acciones gubernamentales a la posible falta de transparencia de los números reales de contagios, muertes y hospitalizaciones por el coronavirus.

“Tengo que inferir que el Gobierno no nos está diciendo el nivel de positividad del país que es mucho más alta de lo que nos están diciendo. Hay algo aquí que no cuadra”, señaló al recalcar que las restricciones están retrocediendo a pesar del porcentaje alto de inoculación.

“No hace sentido que no dejen (a los cruceros) entrar”, reiteró.