Aunque el Departamento de Salud en Puerto Rico ha recibido cuatro alertas clínicas por parte de especialistas pediátricos sobre posibles casos de hepatitis aguda de origen desconocido en niños menores de 10 años, sólo el caso de la niña Amahia Márquez Sánchez -quien falleció la semana pasada por complicaciones de salud- reúne las características para ser clasificado como un caso sospechoso, según la definición establecida por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Así lo explicó a Primera Hora la Primera Oficial Médico de Salud, la también infectóloga pediátrica Iris Cardona, al indicar que en el caso de Amahia los CDC no han emitido un informe final, de acuerdo a los análisis de laboratorio que se enviaron a esa agencia cuando la niña estuvo ingresada en una clínica del área metropolitana y tuvo que ser trasplantada del hígado. Lamentablemente, el cuerpo de la menor rechazó el órgano y la pequeña de dos años murió hace unos días, según confirmó su familia a Primera Hora.

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“Nosotros confirmamos que teníamos un caso bajo investigación hace casi tres semanas y todo el pueblo conoce la evolución de ese caso... ese primer caso que dimos a la luz pública era una paciente en condición aguda y gravemente enferma con niveles de transaminasas altas, como establecen los criterios de los CDC. Ese caso al reunir características se envío y clasificó como caso sospechoso de investigación”, acotó Cardona sin dar más detalles.

Mencionó que entre los factores para clasificar a un paciente como sospechoso de hepatitis aguda de origen desconocido tiene que ser menor de 10 años con síntomas clínicos que incluyan niveles de transaminasa (enzimas hepáticas) sobre 500. Además, la inflamación del hígado debe ser una incógnita o con poca explicación de qué provocó esa situación clínica. “Sabemos que la hepatitis aguda puede ser provocada por alguno de los cinco virus de hepatitis, por alguna otra infección o enfermedad como influenza, dengue, mononucleosis, entre otras. O, incluso, por ingesta de medicamentos. Así que todos esos criterios se tienen que evaluar”, puntualizó la doctora.

Ante este escenario, y luego de consultar y evaluar los casos, fue que se descartaron como sospechosos los otros tres pacientes que fueron referidos por hospitales o médicos de la isla.

“Tengo que decir que aunque son menores de 10 años, ninguno tuvo niveles de transaminasa por encima de 500 y se ha encontrado otros diagnósticos como causa de la hepatitis aguda en al evaluación. Todos los casos fueron discutidos con los clínicos. El viernes fue que recibimos el último caso y, tras observar el expediente, sí vimos que tenía la transaminasa alta pero no llegaba a 250 y no encaja con la alerta del reporte de los CDC. De todos modos, está muy bien que los médicos informen de inmediato cuando les llega un paciente. Se está haciebdo lo correcto y eso significa que estamos vigilantes y los clínicos están respondiendo al llamado de Salud y los CDC. Todos los casos que se refieran serán evaluados. Y a los padres les exhortamos a que consulten con sus pediatras cualquier duda que tengan. Pero, por el momento, no tenemos una situación de alto contagio ni un número anormal de casos”, subrayó Cardona.

Hasta el viernes pasado había 36 jurisdicciones en Estados Unidos, incluyendo los territorios, con reportes de al menos un caso de hepatitis aguda de origen desconocido en niños menores de 10 años. En total, son 180 los pacientes bajo investigación, incluido el de la pequeña Amahia.

Informes preliminares indican que muchos de los pacientes pediátricos con la extraña condición han resultado positivos a adenovirus F41, un virus común que se propaga de persona a persona y que causa síntomas respiratorios, gastrointestinales y conjuntivitis.

“También es imporante saber que en Europa hay ‘clusters’ (contagios identificados) vinculados al COVID-19. También está el Síndrome Inflamatorio Multisistémico que puede causar ese tipo de inflamaciones de órganos. Esto quiere decir que en ciencia se evalúan todas las posibilidades”, destacó.

Según la información provista por la OMS y los CDC el cuadro clínico entre los casos identificados con la hepatitis aguda (inflamación del hígado) incluyen fiebre y síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea, vómitos, además de niveles elevados de enzimas hepáticas (aspartato transaminasa, AST) o alanina aminotransaminasa (ALT) superiorires a 500UI/L.