Dana Miró, hija del expresentador Eddie Miró y esposa del productor Luisito Vigoreaux, sorprendió este viernes al darse a conocer su interés por aspirar a convertirse en alcaldesa de Guaynabo, tras la renuncia de Ángel Pérez Otero ante una acusación federal por corrupción.

La decisión todavía no está tomada, pero ya su esposo emprendió los esfuerzos para lograr encaminar esa decisión final de si se someterá a la elección de pueblo a la que citó el Partido Nuevo Progresista (PNP) el próximo sabado, 15 de enero.

“Sí, fui a recoger los papeles para radicar. Estamos evaluándolo, estoy escuchando. He tenido varias reuniones y este ‘weekend’ tendré otras y, pues, el lunes tomaré mi decisión final y de ser así, el martes lo entregaré (la radicación de la candidatura)”, sostuvo.

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La reunión más importante que dijo Miró que tendrá durante este fin de semana es con su familia. Dijo que busca tener el apoyo de sus padres e hijos.

Sobre su esposo, quien ha ganado éxito en las redes sociales durante toda la pandemia con su proyecto #DateunpaloconLuisito, afirmó que este ha estado a cargo de este arranque de la campaña.

“Mi esposo es el primero que me está apoyando en todo este proceso. Realmente, él fue que comenzó a contactar todas estas personas que se acercaron a nosotros cuando pasó lo del alcalde saliente y, pues, ahí lo tengo, trabajando duro, fuertemente, para que esto se dé”, afirmó.

Se le preguntó si Vigoreaux será su director de campaña y comentó que no.

Sin embargo, aceptó que “Luis todo lo maneja, todo lo controla. Pero, sí, definitivamente, como esposo le preocupa, verdad y él quiere asegurarse que si yo lo voy a hacer lo haga bien”.

Primera Hora contactó también al productor para obtener una reacción de su parte sobre la candidatura de Miró, pero este declinó comentar. Se echó a reír cuando se le preguntó si sería el primer caballero de la ciudad.

Por otro lado, Miró indicó que le interesaría convertirse en alcaldesa, porque “como ciudadana y residente de Guaynabo para mí fue indignante ver las situaciones que se suscitaron en mi pueblo. Yo creo que ya es hora de que personas rectas, decentes, con capacidad administrativa probada, puedan tomar control y velar por los intereses del pueblo y de los puertorriqueños. Es hora de una gobernanza saludable, es hora de que el pueblo pueda retomar esa confianza en los servidores públicos y yo soy una servidora pública decente, que no ha tenido, gracias a Dios, ningún problema y soy una tremenda opción, porque soy una cara nueva, joven, con una experiencia administrativa intachable, que manejó fondos federales y salió airosa, y espero que mi pueblo me vea así”.

A los electores les dijo que si decide buscar la candidatura a alcaldesa espera “resolver todos estos entuertos” en los que Pérez Otero dejó al municipio.

No le temerá a la elección, en la que podría medirse a otros 10 candidatos, ya que “yo sé lo que soy y valgo y lo que puedo aportarle a mi pueblo. Soy de Guaynabo toda la vida, todos nos conocesn, tanto a mí como a mi familia, y hemos sido súper transparente”.

“El pueblo dirá y elegirá lo que ellos quieran. Si ellos quieren seguir con lo mismo, pues tienen opciones de lo mismo, pero si quieren un cambio, yo creo que yo soy la mejor opción”, agregó.

Actualmente, Miró trabaja como asesora en el Departamento de Salud. De hecho, reveló que el secretario Carlos Mellado apoya su determinación.

“Mi jefe confía mucho en mí y me dijo que, si esa es mi decisión, que para adelante, que él no lo corta las alas a nadie”, reveló.

De paso, aseguró que siempre ha estado afiliada al PNP. Esto, a pesar de que fue directora del programa WIC bajo la administración del popular Alejandro García Padilla.

“Trabajé por Alejandro García Padilla, de quien tengo muchas cosas buenas qué decir. A mí Lorenzo González, (exsecretario de Salud bajo el novorprogresista Luis Fortuño), me trae a WIC a final de su incumbencia y lo dialogamos con el gobernador en ese momento y estuvo de acuerdo que yo me quedara”, detalló.

Dijo que en el WIC manejó $230 millones y nunca tuvo señalamientos de ninguna agencia fiscalizadora.