El Departamento de Salud de Puerto Rico detectó mediante pruebas preliminares tres posibles casos de la variante Ómicron en la región de Caguas y, hasta el momento, se conoce que se trata de miembros de una familia que estuvieron de viaje en el estado de Florida para las festividades de Acción de Gracias.

La información la confirmó a Primera Hora la Primera Oficial de Epidemiología, Melissa Marzán, al destacar que los tres viajeros son personas menores de 45 años.

“Son personas con historial de tener las primeras dos dosis de la vacuna y no del booster. Al momento los tres han presentado síntomas, pero son leves y no han requerido hospitalización”, dijo Marzán quien agregó que “por ahora” no puede dar detalles adicionales sobre la edad específica de los infectados ni el género.

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“Estas tres personas dieron positivo a COVID y en una prueba preliminar, que le llaman Proxy Covid y es una prueba que se está utilizando a nivel mundial para poder adelantar la detección de la variante, también dieron positivo.... esto significa que de forma preliminar potencialmente hay tres muestras que pueden ser Ómicron pero tenemos que esperar que llegue la secuenciación completa para confirmar”, detalló al agregar que los contagios en esta familia son uno de 16 brotes vinculados a viajeros que se detectaron la semana pasada y que son parte del Resumen Ejecutivo de Situación de la Epidemia del COVID en Puerto Rico que publica la agencia todos los fines de semana.

Expuso que una vez hay un resultado positivo a COVID-19, se recurre a otros procesos preliminares para identificar cualquier mutación de interés. Si alguna resulta positiva se envía a secuenciar. Los resultados finales pueden reflejarse entre 7 a 10 días.

Como en todo caso positivo a COVID se activó el proceso de vigilancia epidemiológica para que los infectados estén en aislamiento. También se identificaron contactos, se les puso en cuarentena y hay un constante monitoreo de síntomas y realización de pruebas de detección.

Marzán recordó que los últimos informes científicos sobre Ómicron indican que es más transmisible que la Delta.

“Esto significa que la tasa de ataque es más alta en comparación con Delta y que en la lista de contactos vamos a ver más gente que lo que se percibe con la Delta. Aun no se sabe si causa enfermedad más severa o cuál es su impacto en términos de tratamientos o mortalidad. Llevamos apenas tres semanas con la Ómicron y eso es algo que se puede saber con más certeza en las próximas semanas”, sostuvo.

Mientras, recalcó que el enfoque de Salud, así como de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) es impulsar los esfuerzos de vacunación, particularmente de los refuerzos.

Hasta el domingo en Puerto Rico se habían vacunado contra el COVID el 73% de la población y un 83.9% tiene al menos una dosis. Mientras, la tasa de positividad está en un 2.4%.

Por su parte, el gerente de investigaciones del Fideicomiso de Salud Pública, Marcos López Casillas, acotó que lo importante tras la detección de tres casos probables de Ómicron es que se logró hacer epidemiología.

“Se identificaron los casos, se hizo investigación y hay un monitoreo. Eso es lo importante en estos momentos y eso es lo que, precisamente, se busca desde la comunidad científica. Y aquí en Puerto Rico este es un esfuerzo en conjunto que se está haciendo muy bien gracias a las colaboraciones que hay entre laboratorios clínicos y los que estamos haciendo vigilancia genómica”, expresó López Casillas.

Al igual que Marzán, enfatizó en los refuerzos de vacunación como una herramienta eficaz para combatir cualquier variante del coronavirus, una enfermedad que ha provocado la muerte de 3,276 personas.

“Las medidas de prevención para COVID, con Ómicron o con Delta o con cualquier variante, siguen siendo las mismas: uso de mascarilla, lavado de manos, distanciamiento físico y vacunación. Así que si alguien necesita refuerzo o no ha comenzado el proceso de vacunación, el momento de hacerlo es ahora considerando que se acercan reuniones familiares y viajes por la época festiva de Navidad”, manifestó.

Así van los esfuerzos de vigilancia genómica en la isla

De otra parte, la Epidemióloga del Estado dijo que en la primera semana de trabajos realizados en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, en Carolina, a fin de ampliar la vigilancia genómica para Puerto Rico, se realizaron 447 pruebas a viajeros, unas 253 menos que las proyectadas pues la agencia había estimado hacer 100 análisis por día.

“De las 447 pruebas, que son un promedio de 75 diarias, siete fueron positivas y son parte de los análisis de secuenciación que se están trabajando”, expresó.

Precisó que esta semana se enviaron 165 muestras a secuenciar y pertenecen a resultados surgidos de las iniciativas implementadas a través de diversos esfuerzos, incluyendo las del aeropuerto, muestras de personas hospitalizadas y de infectados asociados a brotes identificados en las últimas semanas. De hecho, el último reporte de la agencia indica que hay 95 brotes activos y de estos 57 están asociados a entornos familiares, 16 a viajeros, 10 a transmisiones comunitarias y siete a instituciones educativas.

Asimismo, Marzán determinó que de las 340 muestras que se habían mandado a secuenciar con anterioridad, regresaron resultados de 180 “y todas son de la variante Delta”.

Además el Fideicomiso de Salud Pública, están colaborando con la vigilancia genómica la Ponce Health Science University, CDC en Atlanta y CDC Branch.

La variante ómicron se identificó por primera vez en Sudáfrica el mes pasado y desde entonces se ha reportado su presencia en 57 países, según la OMS.

El primer caso en Estados Unidos se reportó el 1 de diciembre. Hasta la tarde del miércoles, los CDC tenían registro de 43 infecciones en 19 estados, la mayoría entre adultos jóvenes. Una tercera parte de estos enfermos habían realizado viajes internacionales.

Más de tres cuartas partes de los estadounidenses contagiados estaban vacunados y una tercera parte ya habían recibido refuerzos, dijo Rochelle Walensky, directora de los CDC. Los refuerzos tardan unas dos semanas en hacer efecto por completo y algunos de los pacientes habían recibido su dosis más reciente en ese periodo, afirmaron los funcionarios de los CDC.