El inicio de este año escolar, en el que unos 26,000 maestros acogerán a una matrícula de 262,000 estudiantes en 751 escuelas, no será uno común.

No todos los alumnos deberán acudir mañana, miércoles, al plantel escolar, pues se ha concedido unas dos semanas para que estos se acoplen de forma paulatina y “flexible” a la educación presencial, informó el secretario interino de Educación, Eliezer Ramos Parés.

El programa que cada escuela establecerá fue acordado por cada comunidad escolar. A modo de ejemplo, el titular informó que hay escuelas que han decido dividir grupos por días, atender a los estudiantes de forma híbrida o comenzar virtual -principalmente en la zona sur- en lo que poco a poco retornan a la escuela tras año y medio de educación virtual a causa de la pandemia del COViD-19.

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“Cada una de las escuelas ha preparado un plan individual, que responde a las preocupaciones de los padres con el manejo del COVID, las preocupaciones de los maestros y asegurar un contacto presencial semanal con los estudiantes, al menos, por las primeras semanas. Esto con el fin de que podamos ir generando los patrones de conducta necesarios en las próximas dos semanas hasta completar un regreso completo a clases”, detalló el funcionario en entrevista con Primera Hora.

Ramos Parés aceptó que este periodo de dos semanas concedido es para “permitir que todo el mundo vaya haciendo los ajustes necesarios” de cara a la estabilización de las escuelas. Precisó que la finalidad es lograr que todos los estudiantes retornen a clases presenciales los cinco días de la semana.

Asimismo, el secretario interino afirmó que todavía quedan muchos retos de infraestructura que atender en las escuelas. Pero, rechazó información revelada por el presidente de la Asociación de Maestros, Víctor Bonilla, de que solo el 20% de las escuelas están aptas para recibir estudiantes.

“Las (751) escuelas que nosotros estamos abriendo son aptas o aptas parcialmente. Sí tenemos retos de infraestructura, pero la mayoría de las escuelas están en condiciones. Están bien, con grama recortada y baños funcionando”, expuso sobre críticas recibidas por varios sindicatos.

Comentó que los retos que enfrentan son referentes a la necesidad de pintura, filtraciones o hasta comején.

“Son situaciones que se van a estar atendiendo”, prometió.

Aludió a que cada vez que ve una denuncia de una escuela en malas condiciones en las redes sociales llama al director para preguntar si cree que pueden abrir mañana. Pero, dijo que la respuesta mayoritaria ha sido que abrirán.

“Yo he sido consistente que, si la escuela no está lista que no abra, que se mantenga parcialmente o a distancia”, sostuvo el titular.

Ramos Parés, sin embargo, reconoció que la escuela José Julián Acosta, en San Juan, y muchas escuelas en el área sur, zona afectada por los terremotos, han decidido comenzar de manera virtual.

Sobre la escuela José Julián Acosta, informó que hasta hace poco desconocía todos los problemas estructurales que enfrenta.

“Hay un compromiso de mi parte para darles soluciones rápidas”, indicó.

El plan para esta escuela especializada en teatro es comenzar de manera virtual en lo que se logra reubicar al personal y a los maestros en otro espacio. Señaló que, una vez desocupada, la escuela será reparada.

En el sur, entretanto, comentó que las comunidades escolares prefirieron esperar que las escuelas que utilizarán estén listas. Por ello, comenzarían de manera virtual.

Tras informar que hay mucho retraso en la preparación de escuelas, Ramos Parés comentó que “me apena mucho. Yo también estoy desesperado a que estos trabajos se aceleren”.

Informó que la Autoridad de Edificios Públicos tiene 48 escuelas sin terminar las reparaciones. No mencionó cuántas son las que están a cargo de la Oficina para el Mejoramiento de Escuelas Públicas (OMEP). Solo dijo que las de esta última dependencia de Educación estarían listas para finales de esta semana o la próxima.

En cuanto a la falta de maestros, dijo que iniciarían las clases con una deficiencia de solo 70 plazas. Se trata de renuncias a último minuto o retiros.

No supo indicar cúantos asistentes de servicios especiales al estudiante (T1) faltan de nombrar. La vicepresidenta del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores, Karen De León, alegó que se trata de unos 2,000.

Ramos Parés sí reconoció que han enfrentado problemas para reclutar 4,000 conserjes y personal de seguridad. Sostuvo que “el reto es el beneficio del PUA (Programa de Desempleo Pandémico) y el desempleo, que estamos compitiendo”.

Sin embargo, el funcionario dijo que han movido a personal entre las escuelas para que todas tengan al menos un conserje o un guardia.

Otra crítica que respondió fue la alegada falta de productos de limpieza y desinfección en las escuelas. Comentó que estos materiales están en almacén y que corresponde a la dirección escolar solicitarlos.

“La realidad es que no debe haber razón para que esto haya ocurrido”, subrayó.

En general, Ramos Parés reconoció que toda la comunidad escolar tiene sus preocupaciones con este retorno a clases presenciales. Prometió que la agencia las irá “manejando poco a poco”.

“Se trata de ir de alguna forma regresando a la normalidad. Todos los cambios son difíciles. Si se nos hizo difícil encerrarnos en nuestros hogares igualmente se nos va a hacer igualmente trabajoso y difícil regresar al plantel escolar. Nuestros niños sí necesitan regresar. El riesgo que tienen en la escuela es mucho menor de lo que han perdido en su desarrollo socio emocional”, manifestó.

Dijo que la presencia de la escuela haría una diferencia para evitar la muerte de niños por maltrato de menores, como los registrados en los pasados días.

Ramos Parés también indicó que cada una de las guías para trabajar por el COVID-19 fue preparada por el Departamento de Salud. Señaló que lo que se pondrá a prueba es si la escuela puede responder como se ha proyectado.

Es la vacunación, el uso de mascarilla y la desinfección de manos las principales herramientas que utilizarán para combatir el COVID-19.

“Es importante que cada uno de esos componentes de la comunidad escolar sepa y reconozca la importancia de actuar con responsabilidad. Cada segundo, cada minuto, reconocer cuándo debe haber distanciamiento, reconocer el uso de la mascarilla en todo momento, reconocer la importancia de la vacuna y que se puedan apoyar todos dentro de ese proceso. El éxito o no éxito de esta apertura escolar va a depender de cada comunidad escolar, de su liderato y de cada uno de los componentes”, concluyó.