Planteles vacíos, abiertos, pero con bien pocos estudiantes, si alguno, fue la estampa en la mayoría de las escuelas  visitadas por este diario en la zona este.

Al parecer, la baja asistencia de los estudiantes, junto con el apoyo de los maestros a este llamado, fueron suficientes para detener el sistema de educación pública, al menos en esta zona del País.

Una de las empleadas entrevistadas en la Escuela Elemental Don Luis Muñoz Marín en Ceiba, quién declinó dar su identidad para evitar cualquier tipo de represalia, estableció que los padres comenzaron el paro en casa.

"La gran mayoría de los padres no vinieron. Aquí solo recibimos a cinco estudiantes y están atendiéndolos. Del total de nuestra facultad, solo cinco maestros no vinieron", indicó la entrevistada.

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Asimismo, en la Escuela Intermedia Irma Pedraza en Ceiba, la ausencia de estudiantes en los alrededores del plantel, en horas de almuerzo, dejó claro que allí, el 1 de mayo, no se había tocado un libro.

La historia se repitió en la Escuela Vocacional Ana De. Flores en Fajardo, donde, según otra empleada que, tampoco quiso ser identificada, indicó que solo recibieron a "50 estudiantes y muchos de ellos se fueron".

Mientras que en la Escuela Camilo Valles en Luquillo, solo se divisaban dos estudiantes jugando en el patio en su hora de almuerzo, y se informóque tan solo 15 alumnos de una matrícula de 398 habían llegado a tomar clases.

Sin embargo, intentamos obtener datos de cuántos maestros habían asistido, pero no se nos fue posible obtener la información.

Sin dudas, el hermetismo fue protagonista principal del día y este sí estuvo presente en las escuelas de Puerto Rico este 1 de mayo.