El gobierno se encuentra en conversaciones con el sector privado desde el pasado sábado para intentar comenzar a abrir los comercios en medio de la pandemia de coronavirus Covid-19 y con un Departamento de Salud que ha aceptado que ha estado manejando datos erróneos.

Hasta el momento, la última orden ejecutiva –que impone cuarentena, cierre forzado de negocios no esenciales y un toque de queda de 7:00 de la noche a 5:00 de la mañana– culminará el 3 de mayo.

“En ningún momento se está proponiendo reabrir sin ningún control, tiene que ser de manera ordenada. Eso es bien importante, hacerlo bien cautelosamente porque en ninguna circunstancia vamos a estar exponiendo a Puerto Rico a retroceder en los avances que se han logrado para proteger la salud del pueblo… [Hay que salvar] la economía de Puerto Rico. Creo que todos estamos aquí en acuerdo absoluto que, si no hay salud, no hay economía, no hay nada. Con la salud no se juega y sin eso no hay nada, pero a la misma vez pienso que hay que estar pendientes a la economía y hacer un balance”, indicó hoy el secretario de Desarrollo Económico y Comercio, Manuel Laboy, en conferencia de prensa.

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No obstante, el secretario del Departamento de Salud, Lorenzo González Feliciano, adelantó que la cuarentena se mantendría hasta junio, pero con algunas modificaciones.

“Yo he dicho categóricamente claro que va a haber algún tipo de modificación a la moratoria, pero la moratoria la vamos a tener hasta principios de junio que es cuando la curva de aplana”, proyectó. “Yo he comentado que hasta que no tengamos una vacuna, hemos visto lo que ha pasado en otros países y estados donde se libera un poco la moratoria sobre la cuarentena y, entonces, aumentan los tipos de infecciones”, añadió.

Sin embargo, sí recomienda que comiencen a operar algunos otros sectores sanitarios, como las cirugías ambulatorias.

“Lo que no puede ocurrir en Puerto Rico es lo que ocurrió en Miami, en Florida, de las playas abiertas. Lo que está ocurriendo en Georgia, donde tenemos salones de belleza abiertos, salones de masaje abiertos, eso no es ninguna prioridad para este país”, argumentó.

Los negocios se autocertificarían

Entre 20 a 25 asociaciones le han reclamado al gobierno una reapertura, develó el secretario de Desarrollo Económico y Comercio. Entre ellas se encuentran: la Asociación de Industriales, la Cámara de Comercio, la Asociación de Paradores, el Centro Unidos de Detallistas, MIDA y la Asociación de Ventas al Detal.

“En la medida en que los objetivos de salud no se comprometan. En la medida que la infraestructura de Salud se sostenga, se pueden evaluar esas medidas de flexibilizar por sector y con guías, con protocolos, adaptados a la crisis actual”, dijo.

Además, declaró que están tomando en consideración para la reapertura un informe que le hizo llegar el sector privado el pasado viernes y guías federales que fueron pautadas el jueves. Sin embargo, Laboy no contestó por qué el gobierno acatará los estatutos de Estados Unidos cuando han reiterado que el gobierno norteamericano no han tomado medidas efectivas durante esta pandemia.

El documento que les hicieron llegar diversas asociaciones al gobierno contiene, entre otras cosas, un análisis de riesgo por sector, así como una encuesta que le han realizado estas entidades a 52 mil empleados activos en la que le preguntan sobre prácticas que se están tomando; cambios de operación y modelos de negocios; y medidas básicas de sanidad, como el distanciamiento.

“Ellos han podido levantar mucha data práctica, data real. Y, obviamente, conforme a eso y conforme a ese índice de riesgo de cada sector y conforme a las mejores prácticas que se están viendo en otros lugares es que se han preparado estas recomendaciones”, alegó.

Asimismo, Laboy explicó que serán los mismos comerciantes quienes se comprometerán en garantizar que están en cumplimiento con las medidas requeridas para prevenir contagios de coronavirus.

“Una de las cosas que se está recomendando como práctica es el concepto de autocertificación. El sector privado, en muchas de las industrias, están acostumbrados a manejar el proceso de autocertificación para efectos de reglamentación federal, en muchos casos reglamentación estatal. Lo que se estaría proponiendo –claro esto está bajo conversaciones porque eso es lo que está dentro del informe– es que cada patrono tiene que hacer un análisis conforme a su industria, a su sector, desde lo que es el historial de esos empleados, cómo corre el negocio, qué tipo de protección personal necesita, qué cambios necesita desde el punto de vista físico, puede maximizar el trabajo remoto…hay muchísimos criterios”, detalló Laboy.

Cuando Primera Hora le cuestionó sobre quién será el responsable o a quién se le adjudicarían los costos salubristas o, incluso, muertes que surjan a raíz de una apertura prematura, Laboy no precisó.

“Desde el punto de vista de lo que se propone, por eso tiene que ser en equipo, en unión entre el sector público y el sector privado y tiene que ser en fases. Fíjate que las fases pueden ser un proceso piloto, te permite ver cómo se van comportando la cosa obteniendo más datos de que las medidas van en la dirección correcta y permite estar pendiente si de momento hay algún tipo de comportamiento que no es el óptimo tomar las medidas necesarias para evitar que lleguemos allí”, contestó.