Independientemente de insultos, protestas y llamadas de políticos, la secretaria del Departamento de Educación, Julia Keleher, insistió hoy en que es “final y firme” el cierre de  179 escuelas.

En entrevista con WKAQ, Keleher dijo que quedarán el sistema unos 1,100 planteles y dio a entender que ella proyectaba cerrar muchas más de las 179 escuelas que el viernes anunció serían cerradas.

“El Departamento se quedara en 1,100 y pico, yo estaba visualizando un sistema con menos de 1,000”, dijo Keleher en la entrevista radial. "Que debemos tener más centros de educación en el país, ¿quién lo va sufragar? ¿de dónde viene el dinero? ¿nos baja del cielo?”, agregó poco después.

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El cierre de estas 179 escuelas es el mayor cierre de planteles desde que comenzó esta estrategia bajo el pasado cuatrienio, según se ha reseñado. Se ha dicho que responde a la baja en la población del país y uno de los criterios considerados para cerrar un plantel era cuántos estudiantes tenía.

Cuando se le preguntó a Keleher si el número de escuelas a ser cerradas era “final y firme”, la secretaria dijo que “sí”.

“De manifestar, de hablar de razones por las que no se debe cerrar, porque me gusta, es bonita, que no quiero caminar, pues no, no tendrá ningún impacto”, sostuvo Keleher.

Las protestas son un mecanismo que  Keleher dice categóricamente no cambiará su decisión sobre cerrar un plantel. “No lo entiendo, no me produce ningún dato, no me llega ningún otra información, no me ayuda a reconsiderar la decisión. Lo único que me causa es una dificultad operaciones porque hay que llamar a la policía, y los niños pierden un día lectivo… que van a llenar guaguas para manifestarse frente al Departamento, realmente no entiendo como eso me lleva a un  entendimiento mejor, sentándome con una propuesta, con un informe, con un resumen con un plan, es  sí ayuda, pero manifestaciones…”, dijo Keleher.

Tampoco hará caso a presiones del liderato político del país para reconsiderar sus decisiones, aseguró la secretaria.

“Me están llamando políticos criticando que no fui, que no consulté, que no le pedí permiso. Están tratando, esto era un proceso apolítico, donde la política no entrara. Ahora mismo están acudiendo a los políticos que querían sacar de todo este proceso”, afirmó Keleher.

Respecto a qué pasará con las escuelas en desuso, Keleher dijo “entiendo que hay una preocupación sobre las escuelas que van a quedar en desusos, vamos a tener un plan, y un plan de la misma calidad de los que he hecho desde que llegue aquí, pueden confiar en eso”.

La secretaria dijo que se siente “con una presión bien grande” pero que no ha pensado en renunciar. “Me están llamando políticos criticando que no fui, que no consulté, que no le pedí permiso. Están tratando, esto era un proceso apolítico, donde la política no entrara. Ahora mismo están acudiendo a los políticos que querían sacar de todo este proceso”, sostuvo.

“Esto se va a lograr, que sea difícil, que critiquen, que me insulten, eso era de esperarse”, sostuvo.

La funcionaria explicó que como parte del proceso de evaluación del cierre de escuelas, se envió hasta tres equipos diferentes a los planteles porque muchas veces no le decían la verdad las personas, y que incluso en una asamblea una persona se puso de pie y le dijo que no le dirían nada malo de su escuela porque no quería que se la cerrarán.

Dijo que la idea detrás del cierre no es destinar fondos del Departamento de Educación para otros fines, sino optimizar recursos colocando ese dinero en los mejores planteles.

Para no afectar los servicios de educación especial porque el DE tiene centralizada la información de los planes educativos individualizados y buscarán darle cumplimiento en los nuevos planteles.

Al planteamiento de que en algunos de los nuevos planteles no hay ciertos recursos que sí lo hay en algunas de las escuelas cerradas, Keleher dijo que los recursos de la escuela cerrada serían movidos a las “escuelas receptoras”.