A pesar del anuncio de hoy de un proyecto de ley en el Congreso federal que atendería definitivamente el asunto de la estadidad para Puerto Rico, a juicio de un experto en ciencias políticas es probable que no tenga mayores consecuencias y no sería otra cosa que “otro capítulo de demagogia de las elites del Partido Nuevo Progresista (PNP)”.

“En principio, el anuncio de hoy lo que refleja es como las elites domésticas alrededor del PNP siguen utilizando la estadidad como una estrategia para conseguir respaldo popular”, expresó Miguel Rivera Quiñones, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

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“Si algo se ha demostrado en últimos años es que no ha habido ningún indicio real de parte de los Estados Unidos de atender el asunto del estatus de Puerto Rico”, agregó, recordando que el plebiscito del pasado noviembre, en el que la opción de estadidad ganó con 52.5% y que citan como base para el proyecto de ley, se hizo justamente sin el aval de Washington.

El profesor sostuvo además que parecería que “los que impulsan la estadidad no comprenden realmente qué implica eso y cómo ha sido el proceso en otros estados”. Recordó que el caso de Hawái, que es uno de los que citan y que sería el más similar a Puerto Rico por ser un territorio de ultramar, es diferente porque Hawái fue invadido y anexado posteriormente como territorio incorporado, contrario a Puerto Rico que “lleva casi 122 años de colonia” como territorio no incorporado, “y Estados Unidos realmente no ha mostrado interés de convertirlo en estado”.

“En Hawái estuvieron seis décadas en el proceso para convertirse en estado, seis décadas después de ser territorio incorporado. Que no es el caso de Puerto Rico, que es un territorio no incorporado. Yo me dedicaría quizás primero a eso, a buscar ser incorporado. Pero eso no está en discusión. No me parece que esté en discusión. Me parece que en Estados Unidos están contentos con el ELA (Estado Libre Asociado). Así que habría que ver si realmente hay interés, quién tiene interés, allá, no aquí, en ese cambio”, evaluó.

“Entonces, se anuncia con bombos y platillos, pero se hace a espaldas de Washington. Es una estrategia que ha ganado fuerza en los últimos años por parte del Partido Nuevo Progresista, que piensan que se podría traer el tema por la puerta trasera del Congreso”, añadió. “Pero eso no parece que sea el interés del Ejecutivo. No sé de dónde sale eso de que Puerto Rico es prioridad. Puerto Rico es la prioridad número 1,278 de (el presidente Joe) Biden. Puerto Rico no es un issue importante ni fundamental en Washington. La diferencia es lo que algunas elites en Puerto Rico siguen impulsando para mantener su poder”.

Destacó además que en el plebiscito de noviembre pasado la estadidad “gana por un margen bien pequeño, a pesar que no hubo campaña unificada en favor de la otra opción y toda la campaña que hubo fue a favor. Imagínese eso en Washington, cuando vean que cerca de la mitad, el 47.5%, no respaldó eso, y que eso puede traer otros problemas”.

Agregó que hay que tomar con cautela las expresiones de quienes promueven aquí la estadidad porque no necesariamente podrían reflejar la realidad de lo que ocurre en Washington con respecto a Puerto Rico.

“Lo que digan que le dijeron los congresistas, y lo que le dijeron en realidad, puede ser bien distinto. Puede que le dijeran que respaldan un proceso de autodeterminación. Pero los resultados, ¿son vinculantes al proceso? Ah, eso es diferente, eso es otra cosa”, sostuvo.

“Creo es otro capítulo de esa demagogia y desinformación que las élites del PNP. Este proyecto no va a ser eso que prometen”, reiteró. “Recuerda que Ricardo Rosselló dijo que iba a ser el último gobernador de la colonia, y ya vimos lo que pasó. “.

“Eso de la estadidad lo llevan prometiendo hace 10 años. Es mucha demagogia, mucha politiquería, más engaño, más de lo mismo, cuando hay tantas cosas importantes que hacer aquí. No es que el estatus no sea importante, pero realmente creo que hay otras prioridades”, finalizó el profesor.