El vicepresidente Michael Pence cerró esta noche una visita de cuatro horas a la Isla, durante la cual recibió una sesión informativa sobre cómo marcha la respuesta federal a la catástrofe que dejó el huracán María y prometió ayuda constante.

“Es tan inspirador ver el progreso que hemos hecho, y hacerle saber al pueblo de Puerto Rico que estamos aquí hoy, estaremos mañana y, con su ayuda, estaremos aquí cada día”, dijo  Pence en la Iglesia Santa Bernardita de Carolina, arrancando aplausos de los feligreses.

Pence vino a Puerto Rico como parte de un viaje de dos días que comenzó el jueves en Orlando (Florida), y continuó esta mañana en Santa Cruz (Islas Vírgenes estadounidenses).

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En Orlando, se reunió con miembros de la comunidad puertorriqueña, incluyendo algunos que acaban de mudarse a Florida.

"Puerto Rico se levanta", dijo hoy Pence, quien – como la noche previa en Orlando-, hizo la analogía de que “el coquí volverá a cantar”.

Pence descendió por las escaleras del Air Force 2 en el aeropuerto de la base Muñiz a las 3:24 p.m., junto a la segunda dama de Estados Unidos, Karen Pence, y la comisionada residente en Washington, Jenniffer González.

La delegación incluyó al secretario interino de Salud federal, Don Wright, y la secretaria de Transportación, Elaine Chao.

El recibimiento estuvo a cargo del gobernador Ricardo Rosselló; la primera dama Beatriz Rosselló; el secretario de Estado, Luis Rivera Marín; el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz;  el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos ‘Johnny’ Méndez; y los alcaldes de Carolina, José Aponte Dalmau; Cayey, Rolando Ortiz; y Arecibo, Carlos Molina.

Contrario a la polémica que dejaron las cuatro horas y media del presidente Donald Trump en Puerto Rico, Pence fue nuevamente la cara diplomática de la administración estadounidense.

Del aeropuerto, Pence fue a la iglesia Santa Bernardita, donde habló y su esposa encabezó un momento de oración.

Luego, fue a un salón contiguo de la iglesia a saludar a feligreses.

Antes de regresar a Washington, el vicepresidente Pence asistió – junto  a los secretarios Wright y Chao-, a una sesión informativa de las autoridades a cargo de la emergencia en Puerto Rico, incluidos el gobernador Rosselló, el general Jeffrey Buchanan, y el secretario de Seguridad Pública de Puerto Rico, Héctor Pesquera.

“Somos un equipo como usted dice”, le indicó el vicepresidente estadounidense al gobernador Rosselló.

Con respecto a las críticas a la lentitud en la distribución de suministros, el vicepresidente Pence indicó que “la devastación aquí en Puerto Rico ha sido histórica ... entendemos la frustración cuando se piensa en la magnitud de la pérdida, el impacto en las familias, la pérdida de vidas”.

El vicepresidente Pence sostuvo que la semana pasada había 4,100 militares movilizados tras la emergencia y ahora hay 12,000.

El informe oficial de FEMA de esta mañana, sin embargo, indicaba que en total se habían movilizado  14,497 funcionarios federales, incluidos civiles.

Los funcionarios del Departamento de Defensa, según el informe de las 5:00 a.m. de hoy de FEMA, eran 5,700. Mientras, estaban activados 3,734 guardias nacionales y 1,430 guardacostas.

Pence agradeció el trabajo de los servidores públicos puertorriqueños y federales que han participado de los esfuerzos de emergencia.

Mientras las conversaciones entre Washington y San Juan siguen en marcha, el gobernador Rosselló ha indicado que se requiere con urgencia una inyección de dinero que evite la insolvencia del gobierno, tan pronto como finales de mes.

En Washington, el presidente Donald Trump afirmó hoy que “Puerto Rico tiene un largo camino hacia la recuperación” y que el gobierno federal no descansará “hasta que ese trabajo termine.

Trump sostuvo que la tarea del gobierno federal va dirigida a “restaurar y reconstruir” a Puerto Rico. “Volverán con más fuerza”, dijo el presidente estadounidense, en un evento que celebró en la Casa Blanca con ocasión del Mes de la Herencia Hispana.

Por su parte, una docena de senadores demócratas solicitó formalmente la suspensión del plan fiscal y las medidas de austeridad impuestas por  la Junta de Supervisión Fiscal al gobierno de Puerto Rico.

“Debido al gran alcance y magnitud de los daños causados por las tormentas, el gobierno (de Puerto Rico) simplemente no está en posición - sin culpa alguna-, de cumplir con las medidas y requisitos establecidos en el Plan Fiscal”, indicaron los senadores, en una carta al presidente de la junta federal, José Carrión III.

La petición fue hecha por los senadores demócratas Robert Menéndez (Nueva Jersey), Bernie Sanders (Vermont), Kirsten Gillibrand (Nueva York), Richard Durbin (Illinois), Richard Blumenthal (Connecticut), Chris Murphy (Connecticut), Ed Markey (Masachusetts), Tammy Duckworth (Illinois),Jeff Merkley (Oregón), Kamala Harris (California), y Catherine Cortez Masto (Nevada).

Mañana, una delegación de congresistas, que incluye a miembros del Comité de Fuerzas Armadas del Senado y del Comité de Transportación de la Cámara baja, estará en la Isla.