Dorado. En un multitudinario funeral, realizado en la puerta de la Casa Alcaldía de Dorado, Carlos “Carlitos” López Rivera fue recordado por su gran labor a favor de este municipio.

“Fue el modelo de un gran maestro”, afirmó la pastora Marilyn Muñoz, de la Iglesia Casa de Adoración y Restauración Un Nuevo Pacto, en el inicio de la solemne actividad.

Los actos fúnebres iniciaron antes de lo previsto, a eso de las 10:20 a.m., con la presentación de todos los invitados destacados. Los más aplaudidos fueron los empleados municipales.

El ataúd había llegado a la actividad a eso de las 9:00 a.m. Múltiples guardias de honor se realizaron ante el féretro color negro, que vestía la bandera de Dorado y un arreglo floral blanco.

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La música fue importante en estos actos fúnebres, ya que así lo pidió López Rivera.

Hubo una extensa interpretación de la violinista Raiza López; el intérprete Angelito Rosario entonó varias canciones, al igual que el tenor Carlos Aponte, que cerró su presentación con la canción “Preciosa”.

“Compatriotas doradeños. Me siento como estar en casa, porque Carlitos hizo este pueblo mi segundo hogar”, afirmó el comisionado residente y presidente del Partido Popular Democrático (PPD), Pablo José Hernández, al comenzar a dar su mensaje al pueblo.

El funcionario recordó que López Rivera era “folclórico y pintoresco”, pero se sabía rodear con personas humildes y millonarios.

“Lloramos, porque hemos perdido a uno de los mejores servidores públicos que ha nacido en esta tierra... Ha trascendido del plano terrenal. Carlitos López se ha convertido en una leyenda, en un alcalde legendario. Supo balancear el progreso con la justicia social”, afirmó.

Fueron numerosas las muestras de apoyo entre los presentes.
Fueron numerosas las muestras de apoyo entre los presentes. (Carlos Rivera Giusti)

Hernández Rivera reiteró que un gran valor de López Rivera es que “se atrevía a hacer lo correcto”.

“Vivirá en el recuerdo y en la memoria de su obra. Vivirá en la memoria de sus frases icónica, de su intensa ética al trabajo”, puntualizó.

Estaba dispuesto que la gobernadora diera un mensaje en los actos de recordación. Sin embargo, esta llegó cuando la actividad culminó. Estuvo presente en el inicio de la procesión, en la parada de la escuela Jacinto López.

Allí, la gobernadora recordó la visita que realizó el pasado 23 de mayo, a días de que el alcalde hiciera público su diagnóstico de cáncer en el hígado.

“Me decía por orden lo que se necesitaba. Así que las asignaciones de fondos las hicimos”, recordó.

Añadió que “el legado de este alcalde es que fue un alcalde de visión. Yo, con mucha humildad tengo que decir que Dorado es antes y después de Carilitos López. La realidad es que el Dorado que conocemos es uno completamente distinto. El tuvo la visión de desarrollo, la visión de los hoteles, la visión de las urbanizaciones, la visión del comercio, de un hospital. Así que Dorado se convirtió en una gran ciudad, gracias a la visión de este alcalde”, manifestó la primera ejecutiva.

López Rivera falleció el pasado viernes de cáncer en el hígado.

Alcaldes, legisladores y hasta el actor mexicano Fernando Allende y el expelotero Carlos Delgado asistieron a las exequias.

En la procesión, el pueblo acompañó el féretro hasta el Santuario Cristo de la Reconciliación, donde se realizó un acto ecuménico.

En el camino, justo frente al residencial El Dorado, un grupo de niños tocaba los panderos. Poco después se unieron otros pleneros, quienes eran parte de los actos ordenados por el alcalde antes de fallecer.

También se destacó, durante el trayecto de la procesión, que un helicóptero lanzó pétalos de rosas amarillas.

Fue el 12 de mayo que el alcalde anunció su padecimiento de cáncer.

“Me encuentro bien, con ánimo, con esperanza y con la determinación de siempre. Esta es una batalla más que asumo con fe en Dios, con el respaldo de mi pueblo, y con la convicción de que Dorado seguirá firme y adelante, avanzando con fuerza y unidad”, expresó López Rivera en su mensaje en ese entonces.

En cada entrevista con Primera Hora, reiteraba su confianza en Dios de que sería sanado.

En julio pasado, sin embargo, lloró al expresar que “no es un momento fácil” el que atravesaba.

Confesó: “Hemos estado identificado con los combatientes de esta enfermedad. Los hemos apoyado y los hemos ayudado. Pero, (interrumpe cuando se le quebró la voz) perdón, como dicen en el campo, ‘una cosa es a violín y otra es violonchelo’. Esto es un proceso bien difícil, es un proceso día a día, pero estamos en progreso y el Señor me está cobijando. Aunque el camino no es corto, el Señor nos va a dar la victoria. Estamos luchando. Tengo el apoyo de gente que ni me conoce, que oran por mi salud, y mi familia me ha dado un apoyo espectacular. No es fácil, pero en el nombre del Señor, vamos a dar la batalla y vamos a obtener la victoria, porque por sus llagas ya somos sanos”.

Fue el miércoles de la semana pasada que el alcalde ingresó a un hospital de la zona metropolitana, debido a que padecía de un dolor agudo, según indicó el alcalde interino.

El viernes en la madrugada falleció.

Falleció esta mañana por complicaciones con el cáncer que sufría.

López Rivera lideró la ciudad por 38 años. Comenzó el 3 de agosto de 1987, cuando entró a sustituir a Alfonso López Chaar.

Bajo su plan Dorado 2025, el funcionario transformó la ciudad, atrajo el turismo y el asentamiento de millonarios en su ciudad, así como logró el desarrollo económico deseado. Por ello, fijó nuevas metas estampadas en un nuevo plan, el cual denominó Dorado 2035.

Presumía y hacía alarde de sus logros y la calidad de vida que decía había logrado establecer en la ciudad.

Disfrutaba de lanzar frases que distinguían a su pueblo, como que Dorado era el “paraíso de Puerto Rico, donde la vida es bella”.

Su otro estribillo predilecto era “seguimos a toda marcha y con más fuerza”.