El presidente de la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández, confirmó este domingo que la representante por acumulación de Proyecto Dignidad, Lisie Burgos Muñiz, será referida a la Comisión de Ética tras salir a la luz que la entonces directora de su oficina legislativa, Janise Santiago Ramos, que también es la dueña del colegio Kid’s Kingdom & James Christian Academy, en Carolina, celebró los actos de graduación de su institución en un salón del Capitolio.

“Reconozco que este evento ha lacerado la confianza del pueblo en el ente más representativo del esquema constitucional puertorriqueño. Por esta razón, le informo que, tan pronto arribe a la isla isla y cumpliendo con la reglamentación pertinente, le estaré remitiendo una comunicación a la Comisión de Ética, acompañado del informe preparado por la Oficina de Capital Humano, para que se configure una queja”, expresó por escrito Hernández, quien aún se encuentra en España luego de arrojar positivo a una prueba de COVID-19.

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El presidente de la Cámara, mediante una carta dirigida a la legisladora, notificó que dicho referido se lleva a cabo tras una evaluación preliminar del expediente de Santiago Ramos, donde destacó que la solicitud que esta realizó el 27 de abril del año pasado, “utilizando papel timbrado de su oficina, para solicitar recursos públicos y realizar la graduación de los alumnos de este colegio”, pudo haber constituido en una “violación crasa” a un inciso de la Resolución de la Cámara 326, que establece que “ningún director de dependencia incurrirá en conducta que represente un conflicto de interés, cuando su agenda personal, o la mera apariencia, esté reñida con el interés público”.

Lisie Burgos y Janice Santiago Ramos en la graduación que se realizó en el salón Samuel R. Quiñones, del edificio Luis A. Ferré, que forma una de las dependencias del distrito capitolino y donde se encuentra la oficina de la legisladora.
Lisie Burgos y Janice Santiago Ramos en la graduación que se realizó en el salón Samuel R. Quiñones, del edificio Luis A. Ferré, que forma una de las dependencias del distrito capitolino y donde se encuentra la oficina de la legisladora. (Captura )

“Sin embargo, reconozco lo correspondiente a la Comisión de Ética, un cuerpo colegiado constituido por representantes de los cinco partidos políticos, para determinar si la conducta de Santiago Ramos cumplió con los altos estándares de integridad que rigen a los funcionarios y empleados de la Rama Legislativa”, dictó el presidente de la Cámara Baja, haciendo referencia a la medida que establece los reglamentos de conducta ética.

Por otro lado, el legislador del Partido Popular Democrático enfatizó que la determinación todavía no adjudica si hubo deficiencias en su desempeño como supervisora inmediata de la entonces funcionaria.

“Le corresponderá a la Comisión de Ética adjudicar si, conforme a la totalidad de las circunstancias, la supervisión liderada por usted fue deficiente, inadecuada o contraria al interés público”, destacó.

Hernández subrayó que, debido a la renuncia de Santiago Ramos, la Comisión de Ética ya no tiene jurisdicción en el caso. No obstante, enfatizó que la Cámara mantiene una “colaboración continua con el Departamento de Justicia para evitar los vergonzosos esquemas de empleados fantasmas suscitados durante el cuatrienio pasado que laceraron la imagen de esta Asamblea Legislativa”.

Sin embargo, Hernández puntualizó que el Administrador de la Cámara, Manuel Díaz Espino, confirmó que no hubo pérdidas de fondos públicos por la actividad que celebró la exempleada en el salón Samuel R. Quiñones, del edificio Luis A. Ferré, que forma una de las dependencias del distrito capitolino y donde se encuentra la oficina de la legisladora, dado que “los servicios a estudiantes y sus padres, ya se encuentran presupuestados dentro de los gastos ordinarios de este Cuerpo Legislativo”.