Lydia Lizarríbar, una abogada de vasta experiencia en el campo criminal,  tiene a su cargo la defensa  de  Áurea Vázquez Rijos, acusada   de ser la autora  intelectual del asesinato del empresario canadiense, Joel Anhang, cuya muerte se describe  como una por encargo.

Lizarríbar, quien pertenece al panel de abogados del Tribunal Federal, fue seleccionada para representar a la acusada por el magistrado Bruce McGivering. Los jueces federales tienen la prerrogativa de nombrar un abogado de este panel para representar a un acusado que no puede pagar su defensa, o un abogado de la Oficina del Defensor Público. 

Lizarríbar, quien a lo largo de su carrera ha llevado  considerables casos  de alto perfil,  suele mantener un perfil bajo y  una tendencia a eludir y a escabullirse de la publicidad y la prensa.

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La abogada  fue fiscal federal  de 1983 a 1989, cuando renunció a su cargo  para establecer su práctica privada. En la década del 90 fue nombrada Fiscal Especial Independiente (FEI), en momentos en que innumerables funcionarios públicos fueron acusados de corrupción, entre estos, el entonces legislador Jorge Navarro Alicea. Permaneció como fiscal del panel del FEI durante cuatro años.

En la práctica privada, ha llevado casos de gran interés público como fue el  Caso Yesenia, en el que representó a Eddie Samir Rodríguez Berríos,  quien en abril de 2007 fue sentenciado a cadena perpetua  por el carjacking, desaparición y muerte  de su ex esposa Yesenia Ortiz Acosta.

Otro caso que atendió Lizarríbar, pero por muy poco tiempo, fue el del ex senador popular Jorge de Castro Font cuando enfrentaba cargos  de corrupción gubernamental, sometidos por la Oficina del FEI a nivel estatal.

Además, ha participado en casos de pena de muerte,  como fue el de Stefano Steenbakers, en el que representó a  Giordan Ayala Cruz, a quien se le acusó por el asesinato del joven para luego desestimársele los cargos por haber sido un error de la fiscalía.