El Departamento de Salud impulsó cambios en el protocolo para determinar si a una persona se le debe o no realizar la prueba del coronavirus, informó anoche la agencia a Primera Hora.

El cambio más trascendental es que se promueve que los médicos ordenen pruebas de COVID-19 a personas asintomáticas, principalmente las que se encuentran en grupos de alto riesgo.

Fue el sábado pasado que el secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, señaló que se promovería un cambio en el protocolo para realizar las pruebas del coronavirus. Aludió que posiblemente se establecería que no se necesitaría una orden médica para ir a algún laboratorio a realizarse la muestra.

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Este diario solicitó el pasado martes que se estipulara cuál fue el cambio concreto. No fue hasta anoche que se emitió la declaración escrita que estipula el cambio. No se eliminó el requisito de orden médica. No obstante, se le pide a los médicos que promuevan las pruebas a las personas, aun cuando no tengan síntomas.

“Se envió una comunicación haciendo referencia a la Resolución Conjunta 19-20 sobre la capacidad del médico a que pueda ejercer la práctica de la medicina a través de la telemedicina, utilizando métodos digitales. En dicha comunicación se exhorta, de forma enérgica, a los médicos a hacer la prueba a toda persona asintomática, y recalca que se use el criterio médico para realizar una orden médica a toda aquella persona sintomática y, en su ausencia, a toda persona que pertenezca a grupos de alto riesgo”, se informó.

Las personas asintomáticas no presentan ninguna de las señales de que presente la enfermedad del coronavirus, por lo que se cree son los principales responsables de la propagación del virus.

Se ha calculado que, por cada 1,000 casos positivos al virus, hay otras 10,000 personas que no han sido detectadas. Por ello, se ha impulsado identificar a los casos asintomáticos para evitar la propagación del virus.

Los síntomas del coronavirus son, principalmente, fiebre, dificultad respiratoria y tos seca.

Por otro lado, los grupos de alto riesgo, entretanto, fueron definidas por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Estas son personas mayores de 65 años, así como que viven en un hogar de ancianos o en un establecimiento de cuidados a largo plazo.

También incluyen personas, que sin importar la edad, sufren enfermedad pulmonar crónica o asma moderada a grave, con afecciones cardiacas graves, con su sistema inmunitario deprimido, que padezca afecciones que pueden causar que el sistema inmunitario se debilite (inmunodeprimido) -como el tratamiento contra el cáncer, fumar, un trasplante de órgano o médula espinal-, las deficiencias inmunitarias, el control inadecuado del VIH o SIDA y el uso prolongado de corticosteroides y otros medicamentos que debilitan el sistema inmunitario, personas con obesidad grave (índice de masa corporal [IMC] de 40 o superior), diabéticos, personas con enfermedad renal crónica en tratamiento de diálisis y personas con enfermedad hepática.

Según cálculos suministrados este viernes por el Departamento de Salud, los casos únicos positivos a coronavirus ascendieron a 1,276 y suman 77 muertes.