Alonso envió la noche del sábado un comunicado a nombre de la querellante, Yenetamie Díaz Zayas, con expresiones como que “las alegaciones que han trascendido sacan de proporción un asunto que ha sido resuelto”, pero ayer temprano la agente prestó una declaración jurada en la que afirma que ella no ofreció las mencionadas declaraciones y que “quedé sorprendida e indignada por atribuirme palabras que nunca dije”. 

En entrevista posterior, Alonso dijo conversó junto a su cliente sobre emitir una comunicación en el sentido de que no daría declaraciones a la prensa. Luego admitió que no le consultó las palabras precisas que utilizaría.

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Entrevistado por Primera Hora, el presidente del Colegio dijo que los cánones de ética de la abogacía protegen las comunicaciones de abogado-cliente, y que si un abogado incumple con esas comunicaciones se expone a sanciones, si la mujer policía decide someter una queja.

“Estamos ante alegaciones y contraalegaciones. Si la señora entiende que hay una violación a la obligación del abogado de la comunicación, ella tiene la llave”, dijo Torres Rivera.

Pero no quiere decir, a base de lo que ha surgido, que la mujer vaya a prevalecer, porque el abogado “podría interponer defensa en torno a un señalamiento”.

“Si la posición del abogado es que él sí fue autorizado, le corresponde a un tercero hacer las determinaciones de hecho para determinar si procede una querella”, dijo Torres Rivera.