Las nominadas secretarias a Estado, Rosachely Rivera; de Justicia, Lourdes Gómez, y del Trabajo, María Del Pilar Vélez, arrancaron con el pie derecho en el proceso de confirmación que enfrentarán ante el Senado.

El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, ya les adelantó su “apoyo”.

Sin embargo, el líder senatorial les advirtió en la mañana de este jueves que en ese cuerpo legislativo “haremos (la) evaluación de rigor”.

Por ello, lanzó una convocatoria a la ciudadanía para que expongan su parecer sobre estas designaciones realizadas entre el martes y hoy, jueves, por la gobernadora Jenniffer González Colón.

Relacionadas

“Invitamos a toda persona que quiera expresarse sobre los nombramientos que lo haga utilizando la página oficial del Senado de Puerto Rico o cualquier otro medio que esté a su alcance”, señaló en sus redes sociales.

Rivera Schatz adelantó, además, que la vista de las tres mujeres designadas para los importantes cargos será conjunta.

“Pronto anunciaremos la fecha de vista pública para atender simultáneamente las designaciones a las secretarias de Estado, Justicia y el Trabajo”, informó.

La información la reveló al reaccionar a la designación que hizo esta mañana la gobernadora para dejar en el cargo en propiedad a la actual secretaria interina del Departamento del Trabajo

Comentó que la designación de Vélez “es un buen nombramiento. Servidora Pública de carrera, conocedora del tema de Recursos Humanos. Ha enfrentado retos, dificultades e injusticias que ha superado con gallardía y éxito”.

Vélez llega a sustituir a Nydza Irizarry Algarín, cuyo nombramiento fue retirado por la gobernadora sin explicaciones.

El retiro del nombramiento ocurrió poco después de que González Colón tuviese que enfrentar el rechazo del Senado para sus nombramientos de Verónica Ferraiuoli para Estado y Janet Parra para Justicia.

Ambas nominadas enfrentaron controversias. Ferraiuoli fue rechazada por no haber radicada a tiempo varias planillas de contribución sobre ingresos. Mientras, Parra fue investigada por posible conflicto de interés y por una intromisión de su jefe de escolta para conocer quiénes habían testificado en la pesquisa que llevaba el Senado.