El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se adjudicó hoy, jueves, un 10 al calificar la respuesta de su administración ante la catástrofe dejada en Puerto Rico por el huracán María. 

Y, tras elogiar su gobierno durante un encuentro con el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, le solicitó al mandatario de la isla que le dijera de frente cómo evaluaba la labor de las autoridades federales durante el primer mes de la emergencia.

“Gobernador, solo quiero hacerle una pregunta. En el espíritu de estas personas que han trabajado tan duro y por tanto tiempo… ¿nuestro gobierno, cuando llegamos (a la isla), hicimos un buen trabajo? ¿Los militares, el personal de rescate, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), hicimos un buen trabajo?”, le preguntó Trump a Rosselló Nevares. 

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“Respondieron inmediatamente”, contestó gobernador, quien este jueves cumplió con una extensa agenda en la capital federal, que incluyó reuniones con funcionarios de la Casa Blanca y el Congreso. 

Rosselló Nevares manifestó que, durante la primera fase de rescate, existían en el país unas “limitaciones de logística” que entorpecieron las labores de auxilio, como el cierre de las instalaciones portuarias.

Y aunque a lo largo del encuentro, efectuado en la Oficina Oval de la Casa Blanca, reiteró su satisfacción con la respuesta del gobierno federal hasta el momento, advirtió que todavía queda un largo camino por recorrer.

Insistió en que la asistencia del gobierno de Estado Unidos tiene que ser a largo plazo para que surta efecto y permita al país, más que reponerse, colocarse a la vanguardia en temas como emergía, salud y educación. 

“Fue peor que Katrina”

A pesar de que, cuando visitó el país a principios de mes, pareció minimizar los daños ocasionados por el huracán María al compararlo con Katrina, Trump dijo que el ciclón que atravesó la isla fue más letal que el que impactó la costa sur de Estados Unidos hace 12 años. Basó su nueva apreciación en el daño que el ciclón causó a la infraestructura eléctrica de la isla. 

“Nunca ha habido una situación en la que el sistema eléctrico y la energía haya quedado tan devastadas”, afirmó el multimillonario empresario. 

“Y parte del problema es que (el sistema) estaba bastante destruido antes de la tormenta, y estamos trabajando juntos para levantarlo, pero también para hacerlo perdurar, que pienso es necesario. Ellos (el gobierno estatal) estaban trabajando en esa dirección previo al ciclón, así que ahora realmente están trabajando en ello”, aseveró. 

Rosselló Nevares le planteó a Trump la posibilidad de establecer Alianzas Público-Privadas en el área energética, y el mandatario estadounidense recomendó desarrollar sistemas soterrados. El gobernador reiteró que la intención, al final del proceso de reconstrucción, es que la isla se convierta en modelo de un sistema energético sustentable. 

Para hacerlo, el gobernador dijo que confía en que tendrá el apoyo del gobierno de Estados Unidos a lo largo del proceso. 

Durante su breve estadía en Washington D.C., Roselló Nevares también tenía en agenda reuniones con el vicepresidente Mike Pence y el director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto, Mick Mulvaney, además del senador Marco Rubio, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y el líder de la minoría en ese cuerpo, Charles Schumer (D-NY). Además, conversaría con la representante Lisa Murkowski, presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales, que atiende los asuntos de Puerto Rico en la Cámara de Representantes. 

El objetivo principal era abogar por la aprobación, en el Senado federal, de las medidas para socorrer al país, incluido el préstamo de $4,900 millones para la liquidez del gobierno.

Trump, por su parte, dijo que dio su “bendición” al Congreso para que den paso al paquete de ayudas.

“Diría que he dado mi bendición al Congreso, y el Congreso está trabajando con usted y sus representantes en delinear un plan (de ayuda) y un plan de pago, y cómo se financiará, porque estamos hablando de números significativos, y me imagino que sabía eso”, le indicó al primer ejecutivo del país. 

Sin ofrecer mayores detalles, el presidente estadounidense dijo que esa asistencia podría ser una combinación de préstamos y algún tipo de subvención. Dejó claro que la deuda que se emita para atender la crisis provocada por María deberá tener prioridad sobre la abultada lista de obligaciones del gobierno. 

“Tenemos que ir primero que la deuda existente. Tendrán, me imagino, algunos cálculos, $120,000 millones, si añades todo, probablemente cerca de $120,000 millones (en deuda). Ciertamente, cualquier dinero que provenga de la gente, sea público o privado, ellos querrán que se coloque en la primera posición. Y eso es bien importante, y creo que el gobernador entiende eso. Imagino que todo el mundo entiende eso en Puerto Rico”, puntualizó. 

A preguntas de la prensa, Trump evitó responder si la estadidad para la isla facilitaría las gestiones en este tipo de circunstancia, y ante otras interrogantes, reclamó que se atiendan los señalamientos sobre supuesta corrupción en la distribución de alimentos y otros suministros en el país. Rosselló Nevares, en tanto, resumió el plan de su gobierno para atender esa situación.