La mera posibilidad de que Ángel Colón Maldonado sea evaluado por la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP), mantiene en alerta a la escritora, periodista y abogada, Fátima Seda, quien alega ser “la víctima viva más directa” del convicto conocido como “El Ángel de los Solteros”.

En momentos en que el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) está en el ojo público, por excarcelar al convicto feminicida Hermes Ávila Ayala, tras burlar el sistema carcelario, la JLBP evalúa el caso de Colón Maldonado, único asesino en serie convicto en Puerto Rico.

Se le juzgó por el asesinato de tres hombres homosexuales y, en corte, confesó ser autor de otros cuatro.

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“Me opongo tenazmente a que se le conceda el privilegio de la JLBP porque tengo la certeza de que me va a matar; él me lo manifestó por escrito y por teléfono cuando yo lo reté con un editorial en el periódico El Interrogador, recién ocurrido el asesinato de Iván Frontera en mayo de 1985″, manifestó Seda en entrevista ayer, miércoles, con Primera Hora.

La escritora dijo que el martes supo por un amigo que “lo vio en Facebook” que el caso de Colón Maldonado estaba ante la JLBP mediante la Ley 85 de 2022 y que será evaluado en una vista el próximo 30 de mayo.

Además de Frontera, un reconocido periodista de espectáculos, Colón Maldonado fue procesado por los asesinatos del dentista Luis Manuel González López y el músico Gustavo Faxas de Miguel, reportados entre abril y mayo de 1985.

“Yo soy la víctima viva más directa de Ángel. Él les decía a sus trabajadores sociales que si salía (de prisión), él me mataba”, indicó Seda. Relató que, a mediados de 1980, ella también laboraba como fotoperiodista y vio al convicto en la oficina de Frontera.

“Él trabajó como modelo para Iván y como fotógrafa lo retraté. Era una persona humilde, de trato dulce. Jamás lo hubiera imaginado como una persona violenta”, aseveró la escritora.

“Él mató a personas que yo conocía”, dijo para narrar que tres días después del crimen a puñaladas de Frontera el convicto la llamó al periódico. “Me llama por teléfono, por nombre y apellido y me dice: ‘tú eres la próxima, sucia, puerca…’. No le di ningún color entonces a esa llamada, pero la dueña del periódico me advirtió que tuviera mucho cuidado”, narró Seda.

Indicó que la Policía y el Negociado de Investigaciones Federales (FBI) iniciaron una investigación y por varios meses ella tuvo que pernoctar en lugares diferentes. “Me tenían corriendo en carros por todo Puerto Rico”, sostuvo.

“Iván no fue le último, después mata a cuatro o cinco más y la Policía parecía estar feliz de que él estuviera matando homosexuales. En aquella época esos hombres jóvenes buscaban hombres maduros en discotecas”, dijo la escritora. Fueron algunos medios los que comenzaron a referirse a Colón Maldonado como “El Ángel de los Solteros”, respondiendo a los prejuicios de entonces contra personas de la comunidad LGBT.

Seda dijo que cuando su amigo le informó que el caso de Colón Maldonado estaba ante la JLBP, de primera intención ella le replicó que el reo no podía salir, porque fue sentenciado a tres cadenas perpetuas.

“Cuando empiezo a leer, quedé demudada. Ahora bajo la Ley 85 le borraron la peligrosidad, la reincidencia y que las tres cadenas perpetuas sean consecutivas. Eso ya no existe, porque cumplió 37 años de cárcel y está listo para salir bajo palabra, aunque haya confesado que mató a siete”, sostuvo.

Dijo que el convicto podría ser procesado por los otros crímenes que en 1987 confesó en una carta a una jueza del Tribunal de Carolina.

El asesinato no prescribe y él también tiene una acusación en California sobre el asesinato de un productor de cine”, indicó y agregó que el mismo martes se comunicó a la JLBP para pedir turno en la vista.

Indicó que se está documentando para testificar y si no le dan acceso, ofrecerá su testimonio a la prensa, porque se trata “de un caso de alto interés público”.

“Tiene que haber una pena rehabilitadora, pero aquí no hay nada para rehabilitar presos. Tú no puedes poner a un convicto a coger un curso de macramé o un cursito de español 101 y decir que se rehabilitó. Esa es la única rehabilitación que hay aquí”, reclamó Seda.

La presidenta de la JLBP, Aixa Perez Mink, confirmó a este diario que el caso de Colón Maldonado está ante la consideración de la agencia, pero dijo que no podía entrar en detalles específicos. Indicó que, según publicado en un edicto, el caso tiene una vista de consideración para salir bajo palabra.

“Eso quiere decir que el DCR envía automáticamente por disposición de ley todos los casos que cumplen el mínimo de sentencia y entre esos casos, va a haber un grupo que no va a tener jurisdicción la Junta, va a haber grupos que van a renunciar a estar en la JLBP y otro grupo que sí va a estar interesado. En la vista se sabrá si ese miembro de la población correccional interesa o no estar en la JLBP y si hay jurisdicción”, indicó Pérez Mink.

Dijo que se trata de un proceso “complicado” y el peticionario tiene que cumplir con “unos criterios y el reglamento de la Junta”. Entre los criterios mencionó, la naturaleza de los delitos, las veces que el confinado haya sido convicto y sentenciado y la relación de liquidación de sentencia.

“Tenemos que ver la totalidad del expediente penal, social, los informes médicos, el historial social y psicológico del confinado, cómo ha sido su ajuste, si no ha tenido querellas, si no ha arrojado positivo al uso de sustancias controladas. Se va a tomar en consideración la edad, la opinión de las víctimas y de la comunidad. También el peticionario tiene que presentar un plan de salida que sea viable, con una vivienda, un plan de trabajo, de empleo, de estudios y tiene que presentar un amigo consejero”, dijo para agregar que no es un proceso rápido.

“Se tienen que dar unos requisitos, tanto de unos derechos que tiene el miembro de la población correccional y que también se protejan en un balance de intereses, los derechos de las víctimas, donde se les da la oportunidad de ellos expresar su opinión”, sostuvo la presidenta de la JLBP, quien dijo que, al considerar los casos, la Junta -que consta de cinco miembros- actúa como un tribunal.

Indicó que, en 2022, unos 2,164 convictos fueron referidos por el DCR a la JLBP y fueron aceptados 113. Dijo que, actualmente, la JLBP tiene bajo su supervisión en la libre comunidad un total de 605 casos. No pudo precisar desde cuándo estos convictos están bajo la jurisdicción de la Junta.

¿(De los 605 casos) cuántos han sido revocados?, preguntó este diario.

“Esa información no la tengo en estos momentos”, indicó Pérez Mink.

El activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano, por su parte, exigió en declaraciones escritas, que el gobierno no permita la salida, en libertad bajo palabra, de Colón Maldonado.

“Es inconcebible que, tan siquiera, se esté considerando soltar a uno de los asesinos más despreciables en nuestra historia. Aún cuando se celebre la vista del 31 de mayo sobre su caso en la Junta de Libertad Bajo Palabra, Ángel Colón Maldonado tiene que permanecer en prisión. Sacarlo de la cárcel enviaría un mensaje equivocado y peligroso de que las vidas de las personas LGBTQ+ no valen nada. Sacarlo de la cárcel sería un acto criminal”, aseveró Serrano, portavoz de Puerto Rico Para Todes.