Berlín, Alemania. Tanto la capital alemana como todo el país son sinónimo de cerveza y salchichas.

Al menos, a nivel de la gastronomía. Y es que tienen la mayor selección de wurst (salchichas) del mundo, con unas 1,500 de ellas.

¿Por qué es el reino de los wurst? Según el historiador Alan Davidson, el clima de las regiones montañosas y los vientos fríos del norte son perfectos para el proceso de curación de los embutidos.

Los wurst son para los alemanes lo que la pizza significa para los italianos, el asado para los argentinos o el arroz con habichuelas para los puertorriqueños. El más famoso es el bratwurst (brät = carne picada / wurst = salchicha), cuyo consumo oscila en unos 380 de estos embutidos, por persona al año, según la Bundeskartellamt (Oficina Federal de la Competencia).

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Esta delicia se confecciona con carne de cerdo, ternera, ajo y muchas especias. Se les distingue por su color blanquecino y no faltan en los desayunos.

Otra estrella de la gastronomía alemana es el currywurst, que no es más que salchicha con ketchup y curry. Su precio varía entre $2.80 y $5. Es un ícono, equivalente a los hot dog americanos.

Los niños suelen comerlas con pommes frites (papas fritas). Y los adultos con una bier (cerveza) bien helada. Puede ser una Pils (la más común), una Rausch (de sabor ahumado), una Schwarzbier (negra) o una Bock (de fuerte gusto a malta). La cerveza cuesta -en muchos casos- menos que el agua embotellada en los restaurantes.

En el 2012, Alemania ocupó el tercer lugar en Europa por consumo de cerveza per cápita, siendo superado por República Checa y Austria.

Pero no todo es salchichas y cervezas... hay algo más.

Los döner, una costumbre importada de Turquía hace cuatro décadas, se ha instalado de forma tal que los 82 millones habitantes en Alemania comen dos millones de este tipo de kebab por día, según la Asociación de Productores de Döner Turcos.

Se trata de un pan pitta relleno de carne especiada, ensaladas y salsa. “No puedes irte de Berlín sin probar un döner”, dice la soprano boricua Meechot Marrero y se sumerge por $4.30 en uno de Crispy Döner, “el mejor de la ciudad”.

Queda en la esquina de la Deutsche Oper de Berlín sobre la Straße (calle) Richard Wagner.

Es uno de los 4,000 que hay en Berlín, casi la misma cantidad que hay en Estambul.