St. Stephen, New Brunswick, Canadá. Una pareja canadiense consiguió encontrar la forma de que los abuelos de la novia, residentes en Maine, pudieran asistir a su boda pese al cierre de fronteras.

Naturalmente, hizo falta un bote utilizado para colocar trampas de langostas.

Alex Leckie y Lindsay Clowes se casaron en un embarcadero en St. Stephen, New Brunswick, mientras que los abuelos de la novia y unos pocos parientes de Calais, Maine, miraban desde un bote en el río St. Croix que divide los dos países. Otros familiares y amigos miraban desde Maine.

“Fue feliz y emotivo y abrumador”, dijo Clowes de ver a sus familiares y amigos a ambos lados de la frontera.

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La idea de la boda cobró forma después de que la pareja tuviera que cancelar sus planes de casarse el pasado verano en Nueva Escocia debido al cierre de frontera y las restricciones a los viajes. La boda junto al río permitió que participaran familiares de ambos lados de la frontera. Clowes creció en Calais, Maine, y estudió en St. Stephen, New Brunswick.

In between all of the fall sessions I have been slowly working away at this beautiful wedding. In case you have not...

Posted by Nicole Reid Photography on Sunday, October 18, 2020

“Para resumir, a mi esposa se le ocurrió el hashtag #elamornoestácancelado”, dijo Chris Bernardini, cuya esposa, Leslie, es la madre de la novia.

Bernardini y su esposa, que viven en Calais, pudieron cruzar la frontera y hacer cuarentena en Canadá antes de la boda porque los dos tienen doble ciudadanía.

Pero hizo falta algo de ingenio para que otros familiares pudieran ver la boda. Eso implicó utilizar un esquife de 19 pies utilizado para colocar trampas para langostas, que pertenecía al padre de Bernardini.

A bordo viajaban los abuelos de la novia, una tía abuela, una tía y un tío, mientras que otros invitados de Maine miraban desde la orilla.

Para la luna de miel, la pareja ha comprado una camioneta de acampada que han utilizado para excursiones en la costa canadiense.