La jueza federal Paula Xinis, del estado de Maryland, aprobó este viernes que el salvadoreño Kilmar Ábrego pueda ser trasladado desde un centro de detención de inmigrantes en Pensilvania a Nashville, Tennessee, para una audiencia penal donde es acusado de supuesto tráfico de personas.

Este día la Fiscalía de los Estados Unidos y la defensa de Ábrego comparecieron ante el Tribunal en Tennessee para presentar sus testigos y las pruebas de cara a la audiencia a desarrollarse el 4 y 5 de noviembre, en la cual los abogados del joven salvadoreño intentan demostrar que la acusación del Gobierno de Donald Trump es una “venganza”.

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En agosto de este año Xinis había decretado que Ábrego no podía permanecer detenido a una distancia superior de 200 millas de la corte de Greenbelt, en Maryland, donde se libra un proceso civil por la deportación errónea que él sufrió en marzo de este año hacia una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.

Pero, Xinis decretó este viernes que, debido a la importancia de su audiencia en Tennessee, y la duración de la misma, esta normativa quedaba momentáneamente sin efecto, aunque ordenó que una vez terminada la cita Ábrego debe ser devuelto a “una instalación apropiada que cumpla con el mandato judicial dentro de tres días hábiles”.

El gobierno de los Estados Unidos había amenazado con deportar a Kilmar Ábrego a Liberia, en África, si este no aceptaba su culpabilidad en la denuncia penal presentada desde junio de este año. El salvadoreño y sus abogados han aceptado un acuerdo para que él pueda ser enviado a Costa Rica, pero la Fiscalía no accedió.

Kilmar Ábrego y sus defensores intentan demostrar que los cargos penales en su contra en Tennessee son una venganza por la demanda civil que él ha puesto en Maryland.