"¿Cómo pueden hacernos esto?", gritó desesperada Connie Gard al dejar la Corte Suprema, luego de que tres jueces del máximo tribunal británico rechazaran hoy revisar el caso de Charlie, su hijo de 9 meses de edad afectado por una rara condición genética que, según los médicos que lo atienden, no tiene cura. 

Connie y su esposo Chris asistieron hoy a la audiencia en la que los magistrados no dieron a lugar su apelación, lo que significa que sigue en pie la decisión adoptada en abril pasado por el juez Justice Francis, en el sentido de que al niño se le debe permitir morir con dignidad. 

Connie Gard y su esposo Chris junto al bebé. (GoFundMe)
Connie Gard y su esposo Chris junto al bebé. (GoFundMe)

Charlie padece una condición que hace que sus órganos y músculos se debiliten progresivamente. Los médicos que lo atienden aseguran que el niño está sufriendo y que debe ser desconectado de las máquinas que lo mantienen con vida. Sin embargo, sus padres desean llevarlo a Estados Unidos, donde un médico les ofreció un tratamiento pionero en el que tienen puestas sus esperanzas.

"Ellos están mintiendo. ¿Por qué no dicen la verdad?", cuestionó la madre del niño, refiriéndose a los médicos del hospital Great Ormond Street, donde está internado su hijo. 

Charlie tiene nueve meses. (GoFundMe)
Charlie tiene nueve meses. (GoFundMe)

Por su parte, Richard Gordon, quien lidera el equipo que representa a la pareja, sostuvo que el recinto está privando a Charlie de su libertad.

"Los padres de Charlie han tomado una decisión, no es un deseo, es una decisión, intentar mantener abiertas todas las opciones y conservar la vida de su hijo", explicó Gordon. 

Los jueces de la Corte Suprema ordenaron al hospital continuar con el tratamiento que mantiene a Charlie con vida por 24 horas. Mientras tanto, los padres jugarán la que sería su última carta: pedirle al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo que revise el caso.