LA HABANA. Tras un tributo multitudinario a su figura y a la revolución, las cenizas del líder cubano Fidel Castro partieron el miércoles de la Plaza de la Revolución en una caravana de cuatro días hacia el este de la isla.

El recorrido que trazará el cortejo fúnebre será el inverso al de la marcha victoriosa del movimiento guerrillero que lideró Castro desde las montañas de la Sierra Maestra. El líder revolucionario falleció el viernes a los 90 años, sumiendo a la isla a un duelo que se prolongará hasta su entierro el domingo.

Sus cenizas están contenidas en una pequeña urna de cedro cubierta por la bandera cubana.

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Desde antes del amanecer decenas de personas, algunos con pequeñas banderas cubanas en las manos, comenzaron a aglomerarse en las calles y avenidas de la capital cubana, bajo custodia de los cuerpos de seguridad, para dar el último adiós al finado líder cuyo cortejo recorrerá varios cientos de kilómetros hasta la cuidad de Santiago de Cuba donde el domingo serán inhumados los restos.

"Esta es la despedida del hombre más grande que ha dado el mundo", dijo con los ojos llenos de lágrimas Dieta Santos, jubilada 73 años, mientras sostenía con su mano derecha dos pequeñas banderas cubanas a la espera del paso del cortejo por la avenida del puerto. "Le voy a decir hasta siempre porque él se queda en el corazón de nosotros. Sus ideas y principios siempre van a estar dentro de mí", dijo Santos, con la convicción de que el legado y la revolución que impulsó Castro hace más de cinco décadas perdurará por muchos años más.

"Hay que levantarse del piso. Hay que crecer para seguir adelante. El murió, pero sus ideas no han muerto", indicó Lidia Hernández, una jubilada de 77 años, mientras aguardaba sentada sobre un pequeño muro, en medio de la noche, el paso de la caravana.

El recorrido que trazará el cortejo fúnebre en los próximos cuatro días será a la inversa de la marcha victoriosa del movimiento guerrillero que lideró Castro desde las montañas de la Sierra Maestra. El líder revolucionario falleció el viernes a los 90 años, sumiendo a la isla a un duelo que se prolongará hasta su entierro el domingo.

Desde la víspera los cubanos preparaban la ruta para el paso de las cenizas del histórico líder, cortando la maleza a orillas de la carretera, podando árboles y colocando fotos gigantes con las consignas del exgobernante.

Probablemente más de un millón de cubanos asistieron a la Plaza de la Revolución el lunes y martes para rendir tributo a la imagen de un hombre que generó admiración y críticas en el mundo.

Luego de casi cuatro horas de discursos ante centenares de miles de personas apostadas en la Plaza de la Revolución, el presidente Raúl Castro cerró el martes el homenaje con la famosa consigna "¡Hasta la victoria siempre!"

En su discurso, el presidente hizo un recuento histórico de la lucha armada que libró con su hermano Fidel y momentos señalados de la revolución, celebrados en esa misma plaza.

No se refirió, sin embargo, a los planes de futuro para el país ni al proceso de acercamiento con Estados Unidos iniciado en 2014, envuelto en la incertidumbre tras la muerte de Fidel Castro y la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. El presidente electo ha indicado que podría dar por terminado el acuerdo con Cuba si La Habana no acepta más concesiones.

Casi una decena de presidentes extranjeros, así como varios primeros ministros y otros altos funcionarios de distintas corrientes políticas, asistieron al acto de Estado en la plaza.

En un rosario de discursos, los dignatarios internacionales —particularmente los aliados ideológicos más cercanos al gobierno cubano— ensalzaron la figura de Castro, su larga batalla contra el imperialismo y sus ideas socialistas.

Las cenizas de Castro serán enterradas el domingo por la mañana en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país.