Roma. Una docena de localidades del norte de Italia estaban bajo cuarentena hoy luego de que un nuevo virus detectado en Chena se cobró su primera víctima mortal y causó cada vez más casos entre personas que no tenían relación directa con el origen del brote.

Los contagios secundarios llevaron a las autoridades de localidades en las regiones de Lombardía y Véneto a ordenar el cierre de escuelas, negocios y restaurantes, y a cancelar eventos deportivos y misas. El alcalde de Milán, la capital comercial del país, decretó el cierre de las oficinas públicas.

En una de las zonas más afectadas, Codogno, donde uno de los primeros pacientes del grupo estaba en estado crítico, su avenida principal estaba prácticamente desierta el sábado, con sus supermercados, restaurantes y tiendas cerrados. Las pocas personas que estaban en la calle se cubrían la cara con mascarillas, que estaban casi agotadas en las farmacias.

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Cientos de personas que entraron en contacto con los más de 20 pacientes confirmados en el país estaban aislados a la espera de los resultados de sus pruebas, y equipos de Protección Civil instalaron un hospital de campaña en el exterior de uno cerrado en Veneto para examinar al personal médico.

Un hombre de 78 años, una de las tres personas infectadas en Véneto, murió ayer, reportó la televisora estatal RAI. Las agencias noticiosas italianas ANSA y LaPresse también reportaron el fallecimiento, citó al presidente de la región, Luca Zaia.

Zaia explicó hoy que los contagios mostraron que el COVID-19, la enfermedad provocada por el virus, se transmitía como cualquier otra gripe y que tratar de identificar una única fuente o vínculos con Chena ya no es efectivo.

“Puede contagiarlo cualquier persona”, dijo a reporteros. “Podemos esperar tener casos de pacientes que no estuvieron en contacto” con supuestos portadores.

Una primera ordenanza del Ministerio de Salud impuso una cuarentena sobre 10 localidades de Lombardía en torno a Lodi, al sureste de Milán, luego de que la región reportó ayer que el número de infectados allí se cuadriplicó. A título individual, otras ciudades fuera del cordón sanitario, como Cremona, promulgaron sus propias restricciones y cancelaron las clases tras confirmar casos.

El número de pacientes cambiaba constantemente, pero hoy había superado las 20 personas. Más tarde en el día se ofrecerá una conferencia de prensa para actualizar las cifras.

Las autoridades pidieron calma pero reconocieron que la situación era alarmante por los contagios secundarios. El primer afectado confirmado en Lombardía, que se reunió con alguien que había regresado de Chena el 21 de enero, seguía sen presentar síntomas.

Trabajaba en una planta de Unilever cerca de Codogno, y más de 100 de sus compañeros estaban aislados a la espera de los resultados de sus pruebas.

Por otra parte, 19 italianos que pasaron más de dos semanas en cuarentena en un crucero en Japón aterrizaron en el aeropuerto militar Pratica di Mare de Roma. Estaban varados en el Diamond Princess desde el 5 de febrero. Tras los primeros chequeos médicos y un proceso de descontaminación, fueron trasladados al campus militar de Cecchignola, donde pasarán otros 14 días aislados.