Israel insta a los hambrientos residentes de Ciudad de Gaza a huir y ataca más edificios elevados
Una evacuación a gran escala empeoraría la crisis humanitaria.

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Deir Al-Balah, Franja de Gaza. El ejército israelí emitió órdenes de evacuación y atacó edificios de gran altura el sábado en la Ciudad de Gaza, asolada por el hambre, instando a los palestinos a trasladarse al sur del territorio mientras intensifica las operaciones previas a una nueva ofensiva para tomar la urbe.
Los grupos de ayuda advierten que una evacuación a gran escala empeoraría la crisis humanitaria en la ciudad que, según el principal organismo mundial de vigilancia del hambre, enfrenta una situación de hambruna como resultado de las restricciones de Israel sobre la entrada de alimentos al territorio.
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La mayoría de las familias ya han sido desplazadas varias veces durante los casi dos años de guerra, y dicen que no tienen a dónde ir, ya que el ejército israelí ha bombardeado repetidamente campamentos de tiendas de campaña que había designado como zonas humanitarias.
“No hay tienda segura, no hay casa segura, no hay lugar seguro, no hay seguridad en absoluto”, dijo Nadia Marouf, quien huyó de la ofensiva israelí en el norte con sus hijos y se reasentó en la Ciudad de Gaza, solo para que su tienda fuera destruida el sábado en un ataque aéreo que arrasó un edificio de 15 pisos y el campamento circundante.
“¿A dónde ir? Fuimos al sur, no hay espacio, ¿a dónde podemos ir?”
Ejército israelí pide a los palestinos trasladarse a una “zona humanitaria”
El portavoz militar israelí Avichay Adraee instó el sábado a los palestinos a huir al sur de la Franja de Gaza, anunciando en las redes sociales que el ejército designó el abarrotado campamento de tiendas de Muwasi y partes de la ciudad sureña de Jan Yunis como zona humanitaria.
Los grupos de ayuda han expresado su alarma por las condiciones lamentablemente inadecuadas de alojamiento, saneamiento, agua y alimentos en Muwasi. Meses de bombardeos han diezmado la infraestructura civil en Jan Yunis.
El ejército dijo en un comunicado que trabajaría para proporcionar hospitales de campaña, tuberías de agua y suministros de alimentos dentro de lo que llamó la zona humanitaria.
Exhaustos y desesperados, muchos palestinos se negaron a empacar y marcharse. Otros estaban demasiado débiles o heridos para huir nuevamente.
“No puedo caminar, siento dolor y no sé qué hacer o a dónde ir”, dijo Ala Alfarani, cuya tienda quedó aplastada bajo una pila de escombros tras el ataque de Israel a un edificio de gran altura en el barrio de Tel al-Hawa, en el sur de la Ciudad de Gaza.
Israel ataca edificios de gran altura en la Ciudad de Gaza
El sábado, Israel emitió advertencias de evacuación en dos edificios de gran altura en la Ciudad de Gaza y las tiendas circundantes, y Adraee, el portavoz militar, señaló que los edificios serían atacados porque Hamás tenía infraestructura dentro o cerca de ellos. Poco después, dijo que el ejército había atacado una de las construcciones.
Hamás calificó esas acusaciones de “mentiras infundadas” e insistió en que los edificios de gran altura eran torres residenciales.
Residentes de la Torre Sousi, un prominente edificio de 15 pisos, dijeron a The Associated Press que el ejército israelí les dio alrededor de 20 minutos para recoger sus pertenencias y huir antes de que los aviones de guerra arrasaran el edificio.
“De repente, estábamos sentados en casa y la gente comenzó a gritar”, dijo la residente Aida Abu Kas, recordando el pánico y la confusión que se extendieron por el edificio. “Algunos decían que era mentira y otros decían que era real. Salimos y no sabíamos qué hacer”.
Hasta el momento, no hay información sobre víctimas.
Israel Katz, ministro de defensa de Israel, publicó un video de la Torre Sousi derrumbándose en medio de una enorme nube de humo junto con las palabras: “Continuamos”.
Fue la segunda torre demolida en igual número de días. El viernes, Israel atacó la Torre Mushtaha, un hito local que albergaba a docenas de familias, diciendo que los militantes de Hamás la usaban para realizar labores de vigilancia. El grupo armado negó esas afirmaciones.
La destrucción de edificios de gran altura se produce mientras Israel intensifica su ofensiva contra Hamás tras anunciar el mes pasado que planeaba tomar el control de la ciudad más grande del norte de Gaza, donde las familias palestinas viven hacinadas en tiendas de campaña entre las ruinas de edificios bombardeados.
A principios de esta semana, el ejército israelí dijo que había tomado el control del 40% de la ciudad.
El sábado, en el Hospital Shifa, en la Ciudad de Gaza, las autoridades contaban a los muertos y atendían a los heridos del bombardeo israelí del día anterior.
Dijeron que 15 personas habían muerto, entre ellas, una familia de cinco personas cuyo apartamento en la Ciudad de Gaza fue alcanzado por un ataque aéreo, además de civiles asesinados por disparos israelíes mientras buscaban ayuda cerca del cruce de Zikim, entre la Franja de Gaza e Israel.
Más de 2,000 palestinos han sido asesinados mientras buscaban ayuda en puntos de distribución o a lo largo de rutas de convoyes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), informó el Ministerio de Salud de Gaza, muchos de ellos por fuego israelí.
Hasta el momento, el ejército israelí no ha respondido a una solicitud de comentarios sobre los muertos del viernes.
Familias de rehenes israelíes, preocupadas por la ofensiva en la Ciudad de Gaza
Los israelíes han organizado protestas generalizadas por el renovado asalto militar a la Ciudad de Gaza, temiendo que ponga en mayor peligro a los 48 rehenes que permanecen en la franja, 20 de los cuales Israel cree que aún están vivos.
El sábado en Jerusalén, familiares de rehenes y simpatizantes marcharon por una vía principal hacia la residencia del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, coreando y sosteniendo carteles en los que rechazaban la planeada toma militar de la Ciudad de Gaza y pedían un alto el fuego integral. “El gobierno los está enterrando vivos”, decía un cartel. “Un acuerdo no firmado los mata a todos”, de leía en otro.
Los temores sobre el destino de los rehenes se intensificaron el viernes, el día 700 de la guerra, cuando Hamás publicó un vídeo de propaganda de dos rehenes —Guy Gilboa-Dalal y Alon Ohel— luciendo demacrados y exhaustos mientras eran conducidos por la Ciudad de Gaza.
Antes de su protesta semanal del sábado, cerca de la sede militar israelí en Tel Aviv, las familias de los rehenes expresaron su enojo por la intensificación del bombardeo en la Ciudad de Gaza.
“Así no es como se devuelven hombres y mujeres secuestrados”, dijo Gil Dickmann, cuyo primo, Carmel Gat, fue asesinado en cautiverio el año pasado. “Así es como se mata a hombres y mujeres secuestrados”.
Un alto el fuego duradero ha resultado esquivo. Hamás dijo el mes pasado que había aceptado una propuesta de alto el fuego de mediadores árabes. Israel aún no ha respondido a la oferta, y prometió continuar la guerra hasta que Hamás se desarme y libere a todos los rehenes.
Tel Aviv también ha insistido en mantener un control de seguridad indefinido sobre el territorio, de unos 2 millones de habitantes, una condición inaceptable para Hamás.
La guerra estalló cuando militantes liderados por Hamás invadieron el sur de Israel y mataron a alrededor de 1,200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 más el 7 de octubre de 2023.
La ofensiva de represalia de Israel ha provocado la muerte de más de 64,000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes, más allá de decir que mujeres y niños constituyen alrededor de la mitad de los muertos.