Niño con autismo pierde su peluche y extorsionan a su familia para recuperarlo
La búsqueda desesperada terminó con amenazas y reclamos de dinero a cambio del rescate.

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Un episodio que comenzó como una simple pérdida se convirtió en una situación de extorsión y angustia para una familia de Tunuyán, Mendoza (Argentina).
El miércoles pasado, Ramiro, un niño con trastorno del espectro autista (TEA), perdió su peluche de apego, un osito gris llamado Tito, que lo acompaña diariamente en su rutina, terapias y juegos.
La familia inició una búsqueda desesperada que terminó con una amenaza y pedido de rescate.
El peluche Tito, un objeto fundamental para Ramiro
Tito no es un peluche común para Ramiro. Funciona como un objeto de apego que le brinda seguridad y consuelo, especialmente en momentos difíciles.
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Por ello, el niño lo llevaba a la escuela, sesiones terapéuticas, al parque y a su casa.
La pérdida ocurrió en una plaza pública. Al no encontrarlo, la familia recurrió a las redes sociales para solicitar ayuda, explicando la importancia que tenía Tito para Ramiro y ofreciendo inicialmente una recompensa de $ 100,000 pesos argentinos para quien devolviera el peluche (cerca de $90 dólares).
La extorsión y las amenazas
Después de varios intentos fallidos y mensajes falsos de interesados en la recompensa, la familia recibió una llamada de una pareja que afirmaba tener el peluche y exigía $200,000 para devolverlo (casi $200). Además, advirtieron: “Vamos a desaparecerlo”.
La familia debió enfrentar un proceso agotador de negociaciones, con cambios constantes en las condiciones y malos tratos por parte de los extorsionadores.
Finalmente, tras varios intercambios, la entrega se concretó en una casa del Barrio Bombal, donde Ramiro pudo recuperar su peluche.
La familia agradece el apoyo y repudia las amenazas
Ayelén, madre de Ramiro, expresó alivio tras recuperar el objeto de apego de su hijo. Agradeció el apoyo de la comunidad y de los medios, aunque destacó que el costo final fue menor al pedido original de los extorsionadores, debido a la mala actitud de estos durante las negociaciones.
“No fueron lindos los llamados ni las amenazas. Fue toda una película enorme”, relató Ayelén, quien también comentó que la pareja extorsionadora justificó su actitud por su “situación económica” y el apego de sus propios hijos al peluche durante las horas que lo tuvieron.
La madre concluyó resaltando que no dará el nombre de los extorsionadores.